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sábado,
25 de
noviembre de
2006 |
Con la oblea en la mano, no abastecen a los autos con GNC
Tras el granizo, muchos automovilistas cambiaron sus parabrisas, y sin la calco, les niegan el servicio
Claudio González / La Capital
Como si no fuera demasiado con los parabrisas hechos añicos y la chapería de los autos abollada por el granizo del miércoles 15, ahora miles de usuarios cuyos autos funcionan con gas natural comprimido (GNC) no pueden cargar combustible en las estaciones de servicio porque las obleas habilitantes que extiende el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargás) no están adheridas al parabrisas. Es más, si alguien realizó el trámite de verificación técnica anual antes de las piedras, deberá volver a pagar rigurosamente los 50 pesos que cobran los talleres habilitados, pero solamente para que le peguen el adhesivo, ya que el trámite administrativo está cumplimentado y la tarjeta amarilla en condiciones. Desde la delegación local del Enargás reconocieron que entre jueves y viernes se registró un "aluvión" de reclamos, y que los expendedores no atienden a esos clientes porque "se ajustan a las normas".
Los automovilistas se quejan porque ni siquiera con los papeles en regla, exhibiendo la oblea y demostrando la titularidad del vehículo se puede cargar gas. Ante esa situación, algunos optaron por andar con la pequeña porción de parabrisas donde está pegada la etiqueta, pero los estacioneros se niegan a vender gas porque hay una reglamentación que así lo dispone.
Sin contemplar el fenómeno meteorológico que ocasionó inmensos daños materiales a la ciudad y dejó a más el 40 por ciento del parque automotor en malas condiciones, el Enargás se encargó de recordar, vía fax, a todos los estacioneros la disposición que rige desde febrero de este año. La norma estipula que "la oblea debe estar adherida a la cara interna del ángulo superior derecho del parabrisas en sentido de marcha". De este modo, los automovilistas no pueden abastecer sus vehículos con la etiqueta que rescataron de su dañado parabrisas.
"Es un despropósito"
Como tantos otros ciudadanos que utilizan el vehículo para trabajar, el bioquímico Carlos Bove transitó la burocrática experiencia. "Es un despropósito. En una situación de emergencia como la que atraviesa la ciudad después del granizo deberían tener consideración por la gente que demuestra tener todo en regla. Encima que no se puede cargar gas, tenemos que pagar dos veces la oblea y el control", protestó.
Cansado de la negativa en las estaciones de servicio, Bove se fue hasta el Enargás, donde le ratificaron la disposición mencionada. "Esto es una barrabasada", se quejó el profesional.
Pero no fue el único. Luego de cambiar el cristal de su Fiat Palio, Norberto Barbieri, también pasó por la misma experiencia. "Yo realicé la renovación hace tres meses. Después del temporal cambié el parabrisas y en el negocio me dieron la oblea pegada con cinta adhesiva. Con eso, más la tarjeta amarilla y mis papeles me negaron la carga", recordó el hombre.
Y disparó por ello contra el organismo que regula la actividad: "Si tuvimos un accidente meteorológico, que nos permitan cargar gas o den una amnistía de 30 días. Además, no nos corresponde pagar dos veces por un mismo trámite.".
En tanto, en la sede del Enargás (Corrientes 553) reconocieron que entre jueves y viernes "llovieron" los reclamos de gente indignada por la situación (ver recuadro). "Los controles son para que la oblea no pase de mano en mano y se cargue gas a un auto que no reúne las condiciones técnicas", se excusó el titular local del ente, Luis Alberto Moriondo. Igualmente, el funcionario reconoció que "los usuarios están enojados con justa razón".
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Al bioquímico Carlos Bove le dijeron que debe pagar de nuevo la autorización.
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