El protesorero

Ricardo Polaco Ortolán era protesorero del Sindicato de Panaderos, que su padre lideró durante dos décadas, y por ello cobraba unos 1.200 pesos mensuales por viáticos. En algunos sectores de la comisión directiva este dispendio no era bien visto dado que el Polaco , un robusto individuo de 1,85 de estatura, nunca había sido panadero. Su historia, más bien, se internaba en el territorio del delito: según confiaron fuentes gubernamentales tenía en su prontuario marcas por robo y por comercio de drogas. Y personas de su entorno dijeron que era "de ir al frente".