Se dicen inocentes los detenidos por el crimen de Ricardo Ortolán

Vislumbran que la ejecución del hijo del ex gremialista panadero puede vincularse a venganza o manejos de droga

Los tres imputados por el crimen de Ricardo Ortolán, acribillado de seis disparos el domingo a la tarde en Presidente Roca al 3900, negaron su participación en el hecho. Mientras tanto, los investigadores no pudieron dar aún con los dos o tres participantes del incidente que derivó en la ejecución de la víctima. La hipótesis de que todo fue motivado por la malograda venta de un auto pierde fuerza ante indicios que colocan el asesinato en el casillero de una venganza o de una sombría disputa por temas relacionados con drogas.

Ricardo Polaco Ortolán se aprestaba el domingo a comer un asado en la casa de su cuñado Marcelo Sacián, en Roca 3977. El atentado fue cerca de las 14. A esa hora, según fuentes de la investigación, llegaron Gustavo Gallina, Oscar Godoy y la pareja de éste, Nora Balbuena, para reclamarle a Sacián por un Fiat Súper Europa que habían comprado horas antes.

De acuerdo a la versión policial, Gallina y Godoy pretendían que Sacián les devolviera el dinero porque el auto estaba en malas condiciones. Supuestamente Gallina y Godoy acordaron el pago de 5 mil pesos en efectivo y otros mil en cuotas, pero cuando se llevaban el Fiat el motor comenzó a levantar temperatura y aparecieron los problemas mecánicos.

A partir de ese reclamo la historia toma ahora ribetes cuanto menos oscuros. Cuando estas personas regateaban precios y condiciones con Sacián se produjo un altercado entre Balbuena y la mujer de Ortolán. Y después sobrevino el episodio más violento y extraño: la llegada de un Renault 11 con tres ocupantes.

Al menos dos de estas personas bajaron y comenzaron a disparar con pistolas 9 milímetros. Ortolán fue atravesado por seis disparos y murió en el acto ante su hijo de dos años. Los investigadores no pudieron acreditar que hubiera un tiroteo entre dos grupos sino que los agresores hicieron fuego a discreción y huyeron.

Los pesquisas de la seccional 15 y de la Brigada de Homicidios llegaron hasta los tres sospechosos porque los datos de Gallina quedaron plasmados en el boleto de compraventa. Godoy, Balbuena y Gallina brindaron ayer sus versiones ante el juez Luis Caterina. Si bien aún rige el secreto de sumario, trascendió que los tres remarcaron ser ajenos al hecho. "Nuestro cliente no tiene nada que ver. Fue a comprar un auto y todo terminó en un desastre. No conocía a la víctima, ni al dueño del auto, ni a las personas que llegaron en el Renault 11", sostuvo Ariel Barufaldi quien junto a Rodolfo Monserrat representa a Gallina, empleado de un sanatorio céntrico y dedicado a la compra-vende vehículos. La abogada Cristian Guzmán, a cargo de Godoy y Balbuena, sólo dijo que sus representados "aseguran no tener nada que ver". No obstante esos dichos, cabe consignar que estas tres personas viven en el mismo barrio y estaban juntas en el lugar del crimen.

El crimen de Ortolán presenta aristas oscuras. Un allegado a la familia, que pidió reserva de identidad, dijo a este diario que el motivo haya sido la frustrada venta de un auto es "una falacia". "Fue una mejicaneada. Un grupo de delincuentes de Las Flores le fue a quitar algo (a Ortolán), él quiso defender lo suyo y lo mataron mal porque estaba desarmado".

En cuanto a los autores, la misma fuente remarcó que sería una gavilla narco de Las Flores, que no tiene conexión con Monos y Garompas. Ayer también se conocieron algunas conexiones que habría tenido la víctima con el mundo del hampa. En ese sentido, se supo que Ortolán era primo de Daniel Pacha Coronel, un conocido barrabrava de Central, que está preso acusado de matar de matar de un balazo a un chico en un boliche de Aristóbulo del Valle al 2700.

Los detenidos reclamaban por un auto que habían comprado.