Sólo para gargantas locales

El Coloso del Parque mostró el extraño paisaje impuesto por la medida de la AFA

Fue una noche que entregó un paisaje inusual por sus rarezas. Es que el fútbol argentino no es terreno fértil para este tipo de experimentos. El hincha bien parido tampoco entiende de disposiciones que atentan contra la pasión. La AFA decidió que las cuatro fechas que restan del Apertura se jueguen sin la presencia de la parcialidad visitante (igual podría ser modificada esa determinación) y el Coloso indefectiblemente acusó el efecto colateral. Por eso cobijó sólo gargantas propias y el contexto extrañó horrores la invasión de la gente de Estudiantes que hubiera llegado para acompañar la gran campaña del equipo de Simeone.

También resultó extraño el clima casi mortuorio que acompañó cada movimiento de los jugadores de Estudiantes. El punto máximo se produjo cuando el equipo pisó el césped y la rechifla se hizo notar cuando Verón asomó su rapada cabeza por la manga. Igual, no fue ensordecedora porque el hincha leproso no está para las grandes convocatorias, pero el contraste fue elocuente.

Una curiosidad ocurrió cuando llegaron los futbolistas pinchas al centro de la cancha. Miraron a la tribuna visitante e intentaron levantar sus brazos como un acto reflejo, pero inmediatamente se dieron cuenta que no tenía sentido y no lo hicieron. Los únicos testigos privilegiados del desamparo de la popular visitante fueron dos vallas que separaron lo invisible y que quedaron olvidadas.

El nuevo escenario pasional que impuso la AFA también dejó más en evidencia el encono que la gente leprosa tiene hacia Verón yPavone, quien alguna vez desafió a los hinchas rojinegros con gestos imprudentes. Cada vez que tocaron la pelota, una silbatina generalizada acompañó sus movimientos.

La medida repercutió también en las tribunas locales, que no lucieron completas. Al menos, la TV en directo para Rosario palió un poco la necesidad del hincha no-socio rojinegro. Está claro que para ellos no fue igual.

La pelota se perderá arriba donde no hay ningún testigo de la jugada.