Arrancó bien pero terminó como siempre

Newell's mostró dos caras nítidamente diferenciadas

Mauricio Tallone / La Capital

Newell's arrancó el partido como en las primeras fechas, jugando a cara de perro, pero lo terminó como en las últimas jornadas. Sumido en una gran decepción, golpeado por otra derrota que tuvo la fuerza de un mazazo.

Es que a Newell's se le derrumbó en tres minutos todo lo que había construido con esmero y dedicación. Por eso el resultado parece un castigo demasiado duro para este equipo de Pumpido. Sobre todo porque hasta el agónico gol de Piatti, Newell's había lavado, en cierto modo, la deteriorada imagen futbolística que traía.

Pero así como un triunfo hubiera significado un gran espaldarazo anímico para salir de este momento, esta derrota devolvió a Newell's a lo peor de su cauce. Lo retrató como un equipo que no supo convivir con la ventaja, muy débil hasta para capitalizar la desesperación en la que había caído Estudiantes en los últimos minutos.

El resultado también mostró con precisión el estado anímico que domina a ambos equipos. Mientras Newell's perdió la vertical, Estudiantes le hizo frente a su destino (hasta ese instante perdedor) apoyándose en su buena estrella. El conjunto de Simeone definió el partido como más le gusta. Sobre la hora y tras un centro que el chiquito debutante Pablo Piatti lo transformó en gol con un cabezazo.

Quedará para profundizar en el futuro y mirarlo con otro semblante el buen examen que rindieron durante gran parte del partido los representantes del vivero rojinegro. Ansaldi, Vangioni, Bernardello, y en menor medida Villagra y Torres. No se les nubló la vista por el entorno y por la importancia del rival.

También hubo un tiempo en el que Newell's mantuvo su compostura táctica y controló cada pelota detenida que estuvo a cargo de la Brujita Verón.

Por más que Newell's haya insinuado con darse un baño de optimismo, está claro que el equipo sigue cayendo en desgracia.

Cejas disputa la pelota con Alvarez.