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 domingo, 19 de noviembre de 2006  
El intérprete anticipa su próximo disco "Sabe quien..."
Juan Baglietto: "Hay mucha gente que está esperando una música como la que tengo en el corazón"
El rosarino revisita autores como Fandermole, Abonizio y Narvaja con su habitual vuelo expresivo

Pedro Squillaci / Escenario

Baglietto vuelve. Es el mismo que estiraba la voz en "Actuar para vivir", el que susurraba al oído en "El gigante de ojos azules" y también el que supo cantar tango y folclore con Lito Vitale. Su voz es marca registrada. Puede cantar un cha cha cha y siempre sonará a Baglietto. "Mi estilo es el no estilo, y no sé si es una virtud", dijo en diálogo con La Capital, para anticipar el disco "Sabe quien..." que saldrá el próximo miércoles a la venta, y al que este diario pudo acceder en exclusiva a la escucha del material (ver página 4). Previo a su debut del 24 de noviembre en el Gran Rex, el intérprete rosarino justificó su regreso, a diez años de "Luz quitapenas", su último disco solista de estudio, con una frase inequívoca: "Hay un montón de gente esperando una música como la que yo tengo en el corazón en este momento".

-¿Cuál es el concepto de "Sabe quien...".

-No es un disco pretencioso, no es conceptual, sino que es un disco de canciones que alguna vez supe cantar, canciones que a mi juicio son lindas, y de algunos de los autores rosarinos conocidos, como el Fander y Abonizio. Pero, bueno, en el estilo de los discos anteriores de la época con Vitale.

-¿Cuál es el atractivo principal de este nuevo material?

-Es un disco que me encanta porque suena natural, es un disco de instrumentos, en el cual Vitale me dio una gran mano, porque necesité ayuda para volver a hacer un disco solo después de tantos años. Desde el 99, en realidad, porque fue el último que hice solista, fue el "15 años" (en vivo, el último de estudio fue "Luz quitapenas", de 1996 ). Después ya nos enroscamos con Lito e hicimos como cuatro discos más.

-¿Es uno de tus trabajos más cuidados en lo musical?

-Mirá, a mí me encanta, armé un grupo con gente que toca mucho. Es un disco que está tocado, no hay máquinas, no hay secuencias, está todo hecho a pulmón. Y sonoramente es muy interesante el laburo que se arma entre el piano, la guitarra y el saxofón. Vuelvo a tener percusión con un tipo tan talentoso como lo es Juancho Perone. Y en realidad estoy muy contento con el nivel de compromiso de los músicos, no es que dijeron "che, vamos a tocar con este ñato, que se la rebusca bastante y nos ganamos unos mangos". Están realmente entusiasmados, tanto como yo con este proyecto.

-¿Te genera algo especial presentar el disco en el Gran Rex, de Buenos Aires?

-Sí, yo ya hice el Gran Rex en muchas otras oportunidades, pero nunca solo. Siempre fue con otros músicos, así que me da mucha intriga y mucho miedo también, porque, viste, uno nunca deja de rendir examen.

-¿Por qué todavía es necesario rendir examen a pesar de tu extensa trayectoria dentro y fuera del país?

-Yo creo que somos olvidadizos naturalmente (pausa). Se mueren cien personas en un atentado y al mes no nos acordamos. O sea, cosas muchísimo más serias que un disco, ¿no? Y, sí, somos naturalmente así, medio olvidadizos, de memoria frágil.

-El auge de tu trabajo se dio desde el 82 y atravesó momentos más politizados. ¿Puede ser que la gente no se sensibiliza por los mismos temas y las radios también miran para otro lado?

-Puede ser, pero la música que yo hago, y la que también hace un grupo importante de artistas, no tiene que ver con las épocas, sino con la música misma y con lo que uno siente. Uno, con el paso del tiempo, fue acompañando ese crecimiento y ese cambio, yo no soy el mismo de los 80. Pero es cierto que las necesidades de la gente y de los medios también pasan por otro lado.

-¿Qué te movió a volver con un trabajo solista después de tantos años?

-Soy un agradecido porque el público me siga permitiendo hacer lo que hago y todavía tengo la posibilidad de grabar discos. Yo ando por la calle, no soy un marciano que anda encerrado. Y si me decidí a grabar un disco y a salir de nuevo al ruedo fue porque la gente que me conoce me paraba por la calle y me decía "¿Y, para cuando?" Esteee, cómo decirlo, no soy Arjona, ¿viste? (risas), pero hay un montón de gente esperando una música como la que yo tengo en el corazón en este momento.

-Aunque asegurás que no sos el mismo de hace 20 años, ¿por qué continuás en "Sabe quien..." la línea de autores de tus comienzos, como Jorge Fandermole, Adrián Abonizio y Roque Narvaja?

-Una cosa es que uno reaccione distinto a determinados estímulos y otra es que se modifiquen los estímulos. Yo sigo gozando y emocionándome con cosas de estos grandes autores, pero Fander tampoco es el mismo de hace veinte años, ¿eh? Creo que hemos tenido un crecimiento y no nos pusimos pelados al pedo, y por otro hay un montón de gente que nos viene acompañando y que también fue creciendo. Además, el público va cambiando y asimilando de la misma manera en que se acomoda uno al paso del tiempo.

-¿Los clásicos van a ser imposible de evitar en los shows de presentación?

-Y, algunos sí, pero no porque sean imposible evitarlos sino porque son canciones que me siguen gustando mucho. Por ejemplo, vuelvo a cantar "El loco en la calesita", y le encontramos una vuelta que en su momento no la hubiéramos encontrado. Porque si bien en su momento ninguno era un zonzo tocando, ni componiendo, ni arreglando, los 20, 25 años que pasaron desde que grabamos esa canción hoy se sienten en el cuero. O sea, sigue teniendo aire de reggae, pero una cosa es tocar reggae tratando de parecerse a Bob Marley y otra es decir, bueno, pasó el tiempo, sigue teniendo aire de reggae pero lo tocamos más cerca de una chacarera, y funciona.

-¿Las temáticas de las nuevas letras siguen girando sobre la descripción de paisajes y personajes urbanos, y sobre el amor desde distintas ópticas?

-Y...son cuestiones que hacen a lo que soy. Yo tengo la suerte de poder cantar las cosas en las cuales me siento representado. Creo que le sigo cantando, quizá con una visión mínimamente distinta, a las mismas cosas: al amor, al desamor, con historias urbanas, y de gente posible, y canciones populares que no por ser populares son simplistas e intrincadas. Y además, en mis canciones siempre hay espacio para la música, y acá se nota con la gente que está tocando, que jamás se guardan recursos ni van a menos.

-¿No tuviste que pagar un costo en tu carrera por el hecho de pasar por el rock, el tango, el folclore, y no estar en ningún género en especial?

-La verdad que no sé, no me parece (pausa), yo creo que es al revés, porque me permitió moverme en distintos medios y tener un espacio más amplio de respeto. No creo que me haya impedido ir más allá de donde quería ir. Hay un punto en el que el estilo es esa falta de estilo, y no sé si es un mérito, pero construí un espacio que es el que a mí me representa y por suerte se sienten representados otros músicos y otra gente. Y lo importante es que ese espacio hace que el público me permita seguir probando, seguir cambiando, siempre desde el denominador común que es la intensidad y la pasión con la cual hago las cosas.
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Baglietto debutará como solista en el Gran Rex el 24 de noviembre para presentar el CD.

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