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sábado,
04 de
noviembre de
2006 |
Trigo: polémico acuerdo entre el
gobierno, molinos y la exportación
Por 15 días, la exportación tendría que venderles a los molinos a 370 pesos.
Rechazo de los productores
Fabiana Monti / La Capital
En medio de un clima de malestar por parte de los productores trigueros se firmó un acuerdo entre el gobierno nacional y las entidades que agrupan a molineros y exportadores para garantizar la provisión del cereal de invierno y así asegurar el abastecimiento de la harina y el precio del pan en el mercado interno.
El acuerdo, que en primera instancia sería por quince días, consiste en que los exportadores le vendan de la mercadería ya comprada unas 280 mil toneladas a 370 pesos a los molinos a su vez que estos se comprometen a no subir el precio de la harina.
El entendimiento se produjo después de una reunión entre el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y los empresarios de la Federación Argentina de la Industria Molinera (Faim) y el Centro de Exportadores de Cereales (Cec), luego de una serie de encuentros que mantuvieron a lo largo de toda la semana, donde se barajaron distintas alternativas ante la suba del trigo en los mercados físicos.
En rigor, el precio venía siendo "planchado" mediante acuerdos tácitos entre el gobierno y el sector exportador, habida cuenta de las experiencias vividas en mayo de este año cuando la Secretaría de Agricultura de la Nación decidió cerrar el registro de exportaciones para que no se realizaran más embarques al exterior, además de subir el precio FOB del trigo. Desde hace dos días los compradores vienen retirados del mercado a la espera de medidas de parte del gobierno.
Según los datos de la analista Flavia Rossi, de Fyo.com, para la campaña 2006/2007 se espera una producción de 13,5 millones de toneladas y un saldo exportable de 8,4 millones de toneladas. "Hasta hace poco el potencial productivo era menor pero la situación parece mejor a lo esperado inicialmente, principalmente en la zona núcleo", indicó.Según apuntó Rossi, hasta el 25 de octubre los exportadores compraron 4,7 millones de toneladas de la campaña 2006/07, en tanto que lo vendido al exterior suma 7,8 millones de toneladas. "Esto significa que todavía tienen que comprar 3,1 millones de toneladas para cubrir sus compromisos externos actuales" dijo la analista.
Por otra parte, la molinería consume unas 5,6 millones de toneladas por año para dedicar al consumo interno, pero hasta el momento no hay información oficial de cuáles han sido las compras de los molinos para esta nueva campaña. "Por lo declarado a la prensa no han comprado ni un kilo por la complicada situación financiera por la que está atravesando el sector", señaló.
En este escenario, la exportación pareciera llevar todas las de ganar en esta pelea por el cereal de invierno.
Víctor Cabanellas, presidente de Cámara de Industriales Molineros, opinó que el acuerdo es un paliativo para el sector pero es cortoplacista. "Nuestra propuesta es que liberen el precio del trigo y de la harina, ya que suponiendo que suba 100 pesos, la incidencia que tendrían sobre el pan sería apenas de 13 centavos. La postura es que no intervengan el mercado porque se distorsiona la cadena".
Malestar productor
Más allá de estas declaraciones, la medida lleva alivio al sector molinero, enfrentado a la competencia de los exportadores en el mercado. Los productores, en cambio, ven cómo su producto se desvaloriza en un contexto de demanda internacional.
"El acuerdo está apañado por Moreno y los molinos y exportadores se prestan a negociar a espaldas del productor", disparó Manuel Cabanellas, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la provincia de Santa Fe (Carsfe). "El trigo no tiene incidencia en el precio del pan, así que cualquier arreglo que se realiza desde el punto de vista técnico, es un pacto espúreo que afecta al productor", agregó.
Para el dirigente ruralista, el pacto realizado entre los industriales, exportadores y el gobierno benefician a una parte de la cadena y "se olvidan de lo mercados."Si hay que bajar los precios del pan hay que estudiar cuáles son sus costos", explicó .
Por otra parte, Carsfe en un comunicado considero que la intervención en la comercialización del trigo no resuelve el problema al consumidor y, por el contrario, destruye el normal funcionamiento del mercado, "con consecuencias nefastas como la historia reciente de la carne y de los lácteos".Para Cabanellas, estas medidas lo único que hacen es contribuir con el desánimo de los productores y desalentar la siembra del cereal.
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