Y un día los alumnos de Fisherton fueron concejales

Los chicos de la Integral debatieron en el recinto y hasta presentaron proyectos para su barrio

Un grupo de alumnos de la Escuela Integral de Fisherton participó de la experiencia Concejal por un Día con cuatro proyectos que reflejan las necesidades, inquietudes y aspiraciones de la zona en la que viven, que suma unos 144 mil habitantes. Obras públicas, mantenimiento, seguridad y cultura fueron las áreas en las que trabajaron los chicos que tienen entre 12 y 13 años y que ayer se sentaron en las bancas para oficiar de portavoces de las problemáticas de su barrio. Entre las demandas anotaron apertura de calles, cloacas e inseguridad. Ahora, todos estos pedidos serán impulsados por un edil para que se traten en el recinto de sesiones.

Para las docentes Gabriela Ruggiero y Susana Comi el hecho de que los niños conozcan por dentro los resortes de la práctica democrática "es una experiencia más que valiosa". Llegar ayer hasta el recinto les demandó varios días de actividades intensas que incluyeron encuestas, entrevistas, fotografías y visitas domiciliarias. Estas experiencias les permitieron articular la investigación, generación y defensa de proyectos. "Concertar y consensuar", sintetizaron las maestras.

Ahora será el concejal Nire Roldán el encargado de presentar ante sus pares las propuestas que debatieron los chicos en el recinto con todas las formalidades de las sesiones ordinarias.

"Fue un trabajo intenso" dijeron Manuel e Imanol, quienes junto a seis compañeros presentaron un proyecto para la reapertura del Centro Cultural Antártida. En el lugar, ubicado en avenida Morrison y Wilde, funcionaron talleres de idiomas, comic, dibujo y música. "Se cerró porque dijeron que no había fondos para mantener el edificio, que tiene más de cien años y que funcionó como estación de trenes", explicaron.

Macarena, Jimena y Mariana fueron algunas de quienes indagaron las asignaturas pendientes en el tema obras públicas. A la cabeza de las demandas estuvieron las cloacas, pedidos de señalización y arreglo de baches y badenes. Además, aportaron un dato: la falta de señales en las calles genera accidentes de tránsito.

En el área de seguridad trabajaron, entre otros, Antonella, Nadea, Rocío y Ezequiel. Detectaron la necesidad de iluminar la zona aledaña a las vías y de instalar más teléfonos públicos en las esquinas.

Entre los padres que acompañaron a sus hijos al Concejo, Javier Alvarez resaltó la importancia de un aprendizaje que incluyó todo un recorrido. "Desde cambiar cosas en el barrio hasta la convivencia e integración, valores que buscamos que estén presentes en la escuela y en las familias", explicó. Según el concejal Roldán, la visita de los chicos les permitió nutrirse de la frescura y la mirada de los alumnos para presentar las necesidades del barrio.