Kirchner inauguró desde el pueblo de Tecka el gasoducto patagónico

El sistema, que costó 243 millones de pesos, beneficiará a 20 mil familias

La localidad de Tecka está ubicada en el corazón de la precordillera chubutense, cien kilómetros al sur del pintoresco centro turístico de Esquel. Sin embargo, en Tecka el viento vive como protagonista de un paisaje semiárido en donde el cincuenta por ciento de sus poco más de mil habitantes cría ganado ovino y el otro cincuenta trabaja en la Municipalidad local.

Hasta allí llego el presidente Néstor Kirchner ayer al mediodía, con dos horas de retraso por problemas climatológicos, para inaugurar el gasoducto patagónico en la que sería su octava visita a esta provincia desde que asumió la Presidencia.

En el vuelo que lo dejó en Esquel lo acompañaron el ministro de Planificación, Julio De Vido, el secretario legal y técnico de la Nación, Carlos Zannini; el titular de la Side, Héctor Icazuriaga, y el presidente del Ente Nacional Regulador del Gas, Fulvio Madaro.

Desde Esquel dos helicópteros de la Gendarmería trasladaron a los funcionarios nacionales hasta Tecka, el lugar elegido por el gobierno de Chubut para encender la mecha inaugural del gasoducto en cuestión.

Bautizado con el nombre del difunto gobernador de Chubut Benito Fernández -gobernó de 1973 a 1976, cuando fue depuesto por la última dictadura militar y murió en el exilio-, el flamante gasoducto patagónico tiene una extensión de 559 kilómetros de largo y va a abastecer a 1.600 industrias de la zona. Las perforaciones de donde emana el fluido se encuentra en el yacimiento cerro Dragón, ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Comodoro Rivadavia y llega hasta Esquel, donde empalma con el gasoducto cordillerano que nace en la provincia de Neuquén.

Con una inversión final de 243 millones de pesos, que surgieron de un contrato de fideicomiso entre la provincia y la empresa Emgasud, por esas cañerías ya circulan 1.200.000 metros cúbicos de gas diarios, y en la región aseguran que va a mejorar la calidad de vida a unas 20.000 familias chubutenses que hasta ahora se calefaccionaban a leña y ahora tendrán acceso al gas natural.

Rodeado por una decena de operarios del gasoducto, el presidente Kirchner junto con el gobernador Mario Das Neves encendieron el mechero del gasoducto dándole vida a un proyecto que se postergó por más de veinte años.

El presidente y el gobernador encabezaron el acto en el gimnasio de Tecka frente a unos 700 militantes de distintas agrupaciones políticas que apoyan la gestión del gobernador Das Neves.

A la hora de los discursos, entre decenas de banderas que no dejaban ver el escenario y pantallas gigantes, el gobernador Das Neves rompió el hielo. "Esta obra viene a resolver un hecho de injusticia social. Es posible transformar las utopías y los sueños en realidades cuando hay un presidente que nos entiende", destacó enérgico frente al micrófono.

"En la Argentina hubo un Estado que postergó por décadas a la Patagonia, pero ahora hay un gobierno federal que vino a terminar con la exclusión para integrar a todos los pueblos de la Nación", manifestó Das Neves.


"Mirar por la nuca"
A su turno, Kirchner elogió el logro chubutense y destacó que "el poder central siempre miró a la Patagonia por la nuca; pero ya no, estamos haciendo todos los esfuerzos para que esto cambie. Acá hay una obra de 243 millones de pesos que va a beneficiar a muchísimos pueblos. Tecka también es el sentimiento de ser parte de la patria", afirmó.

El intendente local, Jorge Seitune, le obsequió al presidente una gigantografía con la foto del cacique de la zona, Modesto Inacayal, quien terminó su vida como esclavo en Buenos Aires, y un poncho mapuche que Kirchner no dudo en colocarse para lucirlo, por unos segundos, frente a todos los presentes. Además, recibió una canasta con productos regionales como cordero al escabeche y torta galesa.

Además de inaugurar el gasoducto patagónico, durante el acto el presidente del Instituto Autárquico de Colonización y Fomento Rural, Víctor Delgado, les entregó a dos comunidades aborígenes, que suman cuarenta familias, los títulos de propiedad de 40.000 hectáreas en Pocito de Quichaura y Sierras de Tecka.

Con la inauguración del gasoducto, tierras para los aborígenes, poncho y canasta de productos regionales en mano, el presidente partió en helicóptero y Tecka regresó entonces a su vida normal, pero con el gas natural en su haber.

Christian Balbo

Grupo América

De Vido, el presidente y el gobernador Das Neves, ayer en Tecka.