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sábado,
07 de
octubre de
2006 |
El actor y músico presenta hoy su nuevo espectáculo en el Broadway
"Las fórmulas que son vacas lecheras son las que nunca me cierran"
Alfredo Casero dijo que
tiene la necesidad de reencontrarse con su público porque lo ayuda a nutrirse
Pedro Squillaci / La Capital
Casero es sinónimo de transgresión. Eso le trae tantos adeptos como rechazos. Tantos fans como gente que dice, simplemente, que no lo entiende. Alfredo Casero llega a Rosario hoy, a las 21, al teatro Broadway, San Lorenzo 1223, con su "The Casero Experimendo", un show atípico para muchos pero muy típico para Casero.
El actor, humorista y músico dialogó con este diario desde lo alto de una montaña en Traslasierra. Lejos del mundo pero cerca de la gente. Casero quiere reencontrarse con un público con el que hace tiempo no se encuentra. Le encanta divertir y sabe que la gente le nutre su crecimiento. Idealista, apuesta a la libertad en el arte y desafía a los que toman el arte como una máquina de hacer chorizos. "Cuando un proyecto se convierte en una vaca lechera comienza a no cerrarme", dijo Casero.
-La señal se interrumpe, ¿desde dónde estás hablando?
-Estoy arriba de una montaña, digamos que me senté arriba de unas piedras para poder hablarte porque no tengo señal, pero acá estoy bárbaro. No te quiero decir el lugar porque no quiero que se me llene otra vez de gente, que va a venir a hinchar las bolas (ja, ja, ja). Estoy en Traslasierra, pero si digo el lugar puntual le voy a cagar la vida a la gente de acá. No voy a hacer lo que me pasó en Madryn, que se llenó de gente que pasaba por el frente de mi casa. Acá van a tener que hacer un camino de piedra para llegar.
-¿Qué es "The Casero Experimendo"?
-Ehh, a ver, me suena a... (piensa), en realidad el nombre surge cuando empecé a escribir, porque me avivé que tenía que empezar a juntarme con la gente. Con la gente con la que recorrí todos estos años de laburo mío. Yo fui creciendo y la gente me fue viendo a medida que fui creciendo. Un día le pasé el nombre del show a un tipo con el que trabajo en Japón -en momentos en que yo iba de una islita que se llama Mami a Tokio- y le dije "The Casero Experimento", pero él anotó experimendo, y me gustó experimendo porque me suena a exprimir, me suena a perimir y, aparte, te digo más, generalmente pongo los nombres porque se me da la gana. El otro que hice se llamaba "Flanes de flores" y era porque mi hija me dijo que estábamos comiendo una cosa que parecían flanes de flores. Es como cuando le ponés el nombre a un perro, ¿no? O a las gallinas, hay gente que le pone nombres a las gallinas.
-Tu propuesta en escena siempre está lejos de lo convencional.
-Es que para mí lo teatral toma otro ribete, otro lugar, que tiene que ver con contar una historia. Esto, lo que estoy haciendo, es todo lo que tengo guardado y lo que guardé durante un montón de tiempo y el reencuentro con la gente, pero no con el fanático, sino con los que están empezando a entender un código en común.
-¿Sabés que hay gente que dice que no entiende tu humor ?
-Pero ¿qué es lo que no entiende? Me quiero matar cuando dicen que la gente no entiende. Esos lo dicen los de la televisión, los que producen sin esfuerzo porque piensan que la gente es boluda. Y yo no creo que la gente sea boluda, yo apuesto a la gente que sigue buscando.
-Enganchás mucho a la gente joven...
-Hay un montón de pibes y otra gente que me sigue. Y yo me doy cuenta que si me voy afuera o no les doy bola los estoy dejando sin algo, y yo también me estoy quedando sin algo. No puedo decir que esto sea un sacerdocio, es algo también egoísta, yo quiero juntarme otra vez con la gente porque me doy cuenta que de lo contrario no crezco, no me nutro.
-¿La locura es parte de ese reencuentro?
-Es caos. A la gente le asusta el caos. Lo artístico es caos. Los productores gastan muchísimo dinero para ordenar el caos. La gente de la tevé, de los medios, piensan que ordenando el caos la gente va a entender. Esto es personal, es una teoría que no significa que sea mía, pero es lo que pienso. La gente, y hablo de los que me quieren y los que no me quieren, hablo de toda la gente, de la gente común. Y los productores piensan que tienen que tener una fórmula porque creen que el éxito es tener las cosas ordenadas y que te den plata, ¿me explico? Y eso no tiene nada que ver con lo artístico. Y todos estos pibes, que ven "Cha, Cha, Cha", que me ven desde que no era nada y que sigo haciendo lo que se me antoja, porque voy a hacer lo que se me antoja siempre, y a estos pibes, decía, les quiero decir de nuevo "che, metele para adelante con lo que sea". Ese es el aporte que yo quiero dar, y es la forma en la que veo el mundo, o cómo debería ser.
-¿Cómo sería este mundo?
-El mundo está en guerra, aunque no querramos verlo, y el problema más grave es que se muere muchísima gente. Los países están en diferentes tipos de guerra, ocultas, directas, de guerrillas, de ciudades, digo, esas guerras no dejan espacio para el crecimiento de lo artístico. Entonces, donde hay paz, como en la Argentina, donde no tenemos un enemigo directo, que tenemos que matar o que nos maten, hay que regar la planta del pibe que está tocando con una bandita. Porque si no siempre seguimos adorando las mismas momias, yo también voy a ser momia, pero soy momia si no me doy cuenta de eso. Te digo más, yo podría ir a un teatro de calle Corrientes, lo tuve durante cuatro años, pero las fórmulas que empiezan a convertirse en vaca lechera, comienzan a no cerrarme. Para que la gente siga sintiendo la necesidad de estar libre hay que decirle que existe la posibilidad de la libertad. Por ahí es demasiado altruista lo que estoy buscando, cada uno tiene su locura, pero tenemos un mecanismo que hace que ordenemos todo y hay que buscar para optro lado..
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Fotos
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Casero defendió el caos en el hecho artístico.
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