El compromiso universitario desde las ciencias sociales

Promueven el estudio de sociología

En Rosario, la carrera se dicta en el ámbito privado, en las Universidades del Salvador y de Concepción del Uruguay

Matías Loja / La Capital

Es común escuchar, en los análisis sobre la educación superior, que es imperioso, cada vez más, estrechar el vínculo entre la formación universitaria y el proyecto de desarrollo nacional que se pretende instalar. Aunque las miradas parciales muchas veces suelen unir este necesario nexo a las llamadas ciencias duras.

Es que si bien es cierto que la promoción de estas carreras es hoy una instancia de singular importancia para un nuevo modelo productivo que tome distancia del esquema especulativo del pasado reciente, los cambios y redefiniciones de los escenarios sociales, políticos y económicos también son el objeto de análisis que merecen profesionales críticos que, desde distintas disciplinas, sean capaces de dar cuenta de este fenómeno.

Existen analistas internacionales que opinan que los países latinoamericanos no deberían invertir tanto en carreras universitarias vinculadas a estudios humanos y sociales, y en su lugar destinar esos recursos a las ciencias duras. Enfoque que, si bien a priori resulta entendible, no debería ser la excusa para una merma en los estudios sociales que, superando también cierta desconexión académica, el país requiere. Y dentro de ellos, la sociología reviste por estos días un lugar destacado.

"La sociología constituye una ciencia de importancia en medio del desarrollo industrial del siglo XVIII y XIX, con temas como el de organizar socialmente un país industrial, el mundo del trabajo y la clase obrera, la inserción de buena parte de la población en la sociedad, etcétera. En esta época la ciencias duras crecieron y en similar sentido la sociología dio un importante paso fundacional", comenta José Romero, director de la extensión académica Rosario de la Universidad del Salvador (Usal), que desde el año próximo dictará esta carrera en la ciudad.

"Creer que hoy la expansión de las ciencias duras nos eximen de pensar la sociedad puede inducirnos a errores muy graves, por eso le queda a la sociología pensar y aportar soluciones a la fragmentación social, la precariedad laboral, los excluidos, las nuevas formas de organización social y el impacto de las nuevas tecnologías, entre otros", comenta Romero.

Pero la Usal, que desde hace más de 40 años dicta esta carrera a nivel nacional, no es la única casa de estudios en Rosario que brinda la posibilidad de estudiar sociología. También la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU) dicta, desde el 2004, la licenciatura en sociología. De cuatro años de duración, la carrera responde, según explica la directora de la licenciatura, Alejandra Chena, "a criterios de crecimiento institucional que apuntan a dar respuestas adecuadas a las demandas del medio y a la firme convicción de formar profesionales comprometidos con la realidad social en todas sus dimensiones".

"No coincido con la división entre ciencias duras y ciencias blandas, y menos aún con el paralelismo entre las llamadas ciencias duras y el desarrollo, más teniendo en cuenta que los nuevos conceptos de desarrollo hablan de desarrollo humano sostenible, que incluye crecimiento económico, pero de la misma manera se refiere a favorecer a los seres humanos y a la naturaleza, a la distribución equitativa de los beneficios y la aceptación de la diversidad y la igualdad entre las personas. Y, es precisamente esto de lo que se ocupa un sociólogo", comenta Chena.

Pero para la directora de sociología de la UCU, a este tipo de estudios también le cabe una función práctica que abarca tanto la intervención en instituciones sociales como aquellas directamente dirigidas a administrar las áreas de desarrollo humano en empresas, medir hábitos de consumo, estudiar prácticas culturales y contribuir a mejorar pautas de comunicación intra e intercultural, entre otras cuestiones.


Pensamiento crítico
"Las universidades deben aportar pensamiento crítico sobre temas sensibles, y evitar así una reproducción alienante", comenta el responsable de la Usal de Rosario, José Romero, y no duda en afirmar que "no debemos sorprendernos si afirmamos que la sociología tomará en los próximos años un nuevo impulso y un vigor renovado que iluminará nuevas opciones históricas de sociedad, y como dicen algunos autores estamos esperando y demandando de la sociología la iluminación de nuevos comienzos".

Asimismo, y dentro de la formación pública, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) impulsó hace tiempo un proyecto para crear la carrera de sociología en el ámbito de la casa de altos estudios local. Esta propuesta, que según el decano de la Facultad de Ciencia Política, Fabián Bicciré, es "histórica", aún no pudo concretarse.

"Si me preguntan si estoy a favor de que sociología se estudie en la UNR digo que sí, porque de hecho hay gente en carreras como ciencia política y comunicación social que siguen estos estudios ante la ausencia de sociología", opina el decano de la facultad radicada en La Siberia.

"Una carrera como sociología sería importante, por su interés académico y por la necesidad de formar profesionales con una lectura crítica de la realidad", agrega Bicciré, aunque explica que la postergación de ese proyecto en la UNR radica en dificultades estructurales, como cargos docentes y espacios edilicios, que requerirían la apertura de esta carrera.

De todas maneras, el decano de Ciencia Política deja en claro que en estos tiempos de transformaciones, es cada vez más necesario la presencia de cientistas sociales que contribuyan a la generación de un modelo inclusivo, y que permitan a su vez no reducir todos los análisis sobre la sociedad a un puro "economicismo".

Afirman que la sociología debe pensar y aportar soluciones a la fragmentación, la precariedad laboral y los excluídos.