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sábado,
30 de
septiembre de
2006 |
La mitad del vaso
Newell's sumó un punto y restó protagonismo
Gustavo Conti / Ovación
Ni tanto como necesitaba ni tan poco respecto a lo que generó. El empate en Santa Fe se circunscribe en definitiva a lo que Newell's es: un equipo que se siente cómodo cuando el otro le deja espacios y que le cuesta generar todo lo que hace falta para preciarse de protagonista. Por eso fluctuó la sensación de que podía llevarse todo y a la vez quedarse sin nada. Por eso el punto debe entenderse como suma más que como resta, aunque no sirve para el protagonismo pretendido.
Newell's quiere, su técnico así lo pregona, pero le cuesta traducirlo en el trámite, más cuando se juega a la conveniencia rival, como en el caso de Colón, que rápidamente hizo la diferencia después de que Ramírez aprovechara su segundo mano a mano con Villar y gracias a que Ré quedó enganchado dos veces.
Para colmo, el equipo de Pumpido volvió anoche a agrietarse defensivamente y no pudo resolver el intríngulis que le proponía el ex delantero de Tiro Federal con su extrema movilidad, mientras Giovanni Hernández hacía útil su talento, delante de los tres del fondo y a espaldas de los volantes centrales.
Entonces el resultado en contra y las citadas vacilaciones propiciaron un contexto difícil para que Newell's pudiera remontar, pero sin embargo Colón le daría la llave con una ingenuidad increíble, típica de un equipo que por algo anda a los tumbos.
En vez de serenarse, de dejar hacer y usufructuar los espacios que teóricamente le dejaría Newell's, siguió buscando con mucha gente, algo impropio en los equipos de Falcioni. Y en una jugada donde trepó Chitzoff y se expuso, llegó la contra letal y el empate. Cejas salió como tiro, abrió a Peralta, el centro fue rechazado al medio por Tombolini y Araujo, que también había trepado con decisión, estampó su bombazo en la red.
Colón le resolvió las cosas a Newell's y el partido quedó a su medida, pero en el palo a palo que resultó el complemento, coqueteó tanto con la victoria como con la derrota, porque contó con espacios como le sienta cómodo pero por momentos debió asumir un rol de partenaire porque se mostró igual de vulnerable.
Y aunque Cardozo, siempre atento a moverse con inteligencia, Gavilán y hasta el pibe Bernardello preocuparon a Tombolini, los cierres sobre la línea de Spolli y Araujo denunciaron que el precio de ir a buscar podía ser demasiado alto.
Por eso el punto logrado anoche no hay que apuntarlo en la columna del debe, pero sí el rendimiento que necesariamente debe ser más compensado. Para que al fin ser protagonista no se transforme sólo en una expresión de deseos.
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Fotos
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Cardozo lamenta una posibilidad perdida.
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