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 sábado, 23 de septiembre de 2006  
Juventud y participación. En la ciudad de Posadas (Misiones) comenzó la 56ª edición de la Estudiantina, un fenómeno donde participan 10.000 alumnos
Cuando educar también es divertirse
La fiesta misionera, única en el país, está organizada pura y exclusivamente por estudiantes de colegios secundarios

Mario Candioti / La Capital

Posadas (enviado especial)- La fiesta es de ellos. La esencia puesta también en cada paso de baile, en cada traje deslumbrante. La Estudiantina posadeña parece no querer dormirse y desparrama junto al río su magia, su color, su belleza y su sentir. Es la gran pertenencia de los estudiantes secundarios de la ciudad de Posadas. Es la ya legendaria fiesta esperada durante el año y que se viene repitiendo desde 1950, con variantes, con modificaciones, pero siempre con el mismo espíritu: es una obra pura y exclusiva de estudiantes secundarios.

¿Qué la hace diferente? Quizás que sea única en el país, que involucre a unos 10 mil alumnos de 21 colegios secundarios de Posadas y que cada una de las cinco noches en que está dividida la Estudiantina reúna un promedio de 40 mil personas por noche. Además de no contar con apoyos económicos oficiales -salvo el municipal que este año otorgó premios por 31.200 pesos- o privados para la organización. Nada más, y nada menos.

"Lo más importante de esto es la esencia estudiantil en todos sus ámbitos. La organizan y participan solamente alumnos regulares de establecimientos secundarios", cuenta a LaCapital Hernán Nicolás Damiani, el titular de la Asociación Posadeña de Estudiantes Secundarios (Apes) y cuyo padre, el ex senador radical provincial Hernán Damiani, también estuvo al frente de esa agrupación en 1978, en los difíciles tiempos de la dictadura militar.

"Hay escuelas que son pilares de la Estudiantina, como la Industrial, la Normal Mixta y el Nacional. Hoy son 21 los colegios que participan en el desfile", agrega Hernán quien se infla de orgullo cuando afirma que "no hay una fiesta parecida en el país, esto es algo único. Hay una similar que se realiza en Jujuy, pero la organizan adultos. Acá la organización, la coordinación y la responsabilidad de que todo salga bien está en manos de jóvenes de no más de 18 años".

¿Qué es Apes en medio de tanto color y fluir de hormonas en época de primavera? "La comisión directiva de Apes está netamente integrada por estudiantes secundarios, cuyos mandatos se renuevan anualmente. Y no sólo pretendemos organizar la Estudiantina y que salga bien, sino que generamos ideas para poder juntar fondos. ¿Qué hacemos? Activamos la parte sociocultural de la asociación con la realización de actividades como Volviendo al teatro, el cine móvil y concursos de cómics".

"También -agrega el joven- generamos el proyecto «Tierra roja que resuena» por el cual recibimos un subsidio de 26 mil pesos del Ministerio de Educación. A través de este proyecto, grupos de profesores expertos guían a los alumnos de los colegios secundarios en la confección de tocados y respaldares para los trajes. Pero además estamos luchando para que nuestros títulos (hace referencia específicamente a los de los colegios técnicos) vuelvan a tener validez nacional y no provincial como ahora, con lo cual tendríamos en el futuro una mejor y mayor salida laboral, por ejemplo. Para eso nos estamos tratando de juntar con otras asociaciones de estudiantes secundarios de la provincia".

La ciudad de Posadas fue creciendo lenta pero progresivamente. Cuando la Estudiantina cobró vida allá por 1950 ni en la mente más abierta existía el pensamiento de que medio siglo después la fiesta de los secundarios lograría tanta trascendencia. Eran apenas entonces un puñado de colegios que festejaban la llegada de la primavera con un desfile guiado más por el entusiasmo que por la organización.

Fue primero por las calles del centro, pasando por la Casa de Gobierno; fue la tradicional Corrientes después y es ahora la costanera. Tiempos diferentes y expectativas similares.


Entre el negocio y la experiencia
Si hay un costado curioso en la organización de la Estudiantina es el referido a la confección y elaboración de los trajes. "Durante tres meses aparecen negocios que venden sus productos exclusivamente para la Estudiantina y después desaparecen. Son los que se dedican a la venta de lentejuelas, canutillos y plumas para los trajes. Llega un momento en que no hay existencia de esos productos. Y entonces hay que ir a buscarlos acá enfrente, a Encarnación, del lado paraguayo, donde también se consiguen las telas a precios más económicos que en Posadas.

Después están las fábricas de zapatos las que hacen su diferencia económica porque todas las escuelas llevan un calzado uniforme", comenta Alicia, una ex integrante de la Estudiantina en la década del 80 participando para la Normal.

A pesar de sus detractores, hay quienes ven en la fiesta de los estudiantes el fruto del esfuerzo y una experiencia educativa generada por los mismos jóvenes, algo que quizás la escuela no esté en condiciones de sostener.

"El espíritu de la Estudiantina lo ponen los jóvenes, pero la realidad es que ellos allí demuestran sus talentos. Con ese espíritu se creó", resume Laura Borches, profesora de educación física del Colegio Nacional Martín de Moussy y asesora adulta de los chicos en la organización del desfile.

"La Estudiantina pasó por varios procesos. Todos significaron crecimiento, nunca decayó. Los chicos siempre dijeron •la Estudiantina sale'".

Borches sale con los tapones de punta contra los detractores de la fiesta. "Sé que hay padres que dicen que la Estudiantina les quita horas de estudio al chico. Mentira. La Estudiantina es una actividad extracurricular y no se ocupan horas de clase. Si el chico no estudia es por culpa del propio padre o del chico mismo. Lo que no se resalta es la experiencia pedagógica invalorable que significa: los chicos tienen una responsabilidad. Pero aparte aprenden a trabajar en equipo, se genera un desarrollo social que la escuela por allí no logra hacer. Investigan acerca de los temas sobre los que van a componer los motivos de las carrozas, tienen que hacer notas dirigidas a las autoridades y un montón de otras actividades, aparte de entrar en contacto con pares de otras escuelas. Es una actividad social con muchos contenidos pedagógicos".
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A pesar de sus detractores, hay quienes ven en la fiesta de los estudiantes el fruto del esfuerzo y una experiencia educativa generada por los mismos jóvenes.

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