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 miércoles, 20 de septiembre de 2006  
Ana por dentro

"Hola princesita, lo que debes hacer es tratar de controlar las calorías y tomar un vaso o dos de agua (gigantes ) cada hora. Eso te ayudará a tener la sensación de llenura y comer a las horas indicadas ensaladas... sólo ensaladas, nada alto en calorías, nada de pan ni arroz ni azúcar. Si tienes ansiedad mastica chicle sin sabor, eso ayuda, y si es incontrolable, toma un Gatorade o gaseosa light".

Recomendaciones como estas inundan los foros Pro Ana y Pro Mia, los sitios de Internet donde bulímicas y anoréxicas se "ayudan" entre sí para mantener a raya sus dietas, ocultar su enfermedad, recetarse medicamentos para perder peso y cumplir ritos insalubres, como la ingesta de vinagre o jugo de limón en ayunas para disuadir el hambre.

Esta cronista ingresó con un nombre y datos falsos a un foro para anoréxicas y encontró de todo: desde chicas que piden ayuda porque quieren adelgazar diez kilos en un mes, hasta otras que tienen como lema, "recién empezaré a vivir cuando sea flaca de una vez y para siempre". Consejos médicos y dietas sobran en este sitio que aconseja laxantes y diuréticos, ejercicios militarizados y trucos vitamínicos para que los análisis no delaten las carencias nutricionales.

Pero lo que más llama la atención es el objetivo de adelgazar, aunque en eso se vaya la vida, y el rechazo manifiesto a aquellas que osan entrometerse en el foro para sugerirles una urgente consulta médica. Se defienden de ellas tratándolas de "gordas y resentidas".


Cielo Latini dixit
"Abzurdah" es un relato que puede resultar cercano a las adolescente: iniciaciones sexuales prematuras, amores obsesivos, parejas dominantes, incertidumbre por el futuro, embarazos no planeados y poca comunicación familiar como componentes de un cóctel demasiado difícil de digerir.

"Aquella mañana teníamos que llevar hilos de metal al colegio, exprésense nos dijo el profesor de plástica, mi obra era un muñequito metálico que colgaba ahorcado de una supuesta horca. Soy yo rezaba un cartelito suspendido sobre el muñeco".

"La segunda semana de abril de 2004 decidí que iba a morirme. No puedo explicar lo que se siente tener los días contados".

"A partir de aquel día vomité cada una de las comidas de mi estómago, decidía vomitar las porquerías que tenía adentro. Estoy vomitando pedazos de alma", escribía Cielo cuando moraba en el peor de los infiernos.
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