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sábado,
16 de
septiembre de
2006 |
Perspectiva
"Creo que hoy la arquitectura se debate entre dos alternativas respecto a los espacios públicos. O continúa recurriendo a modelos que reducen las dificultades, o se asumen las complicaciones y se extrae del conflicto y del declive irreversible que plantea este tema, algún lineamiento que no sea apaciguador ni pacificador. Eso diferencia fuertemente la propuesta para el Distrito Oeste, mientras que la del Noroeste presenta una solución intermedia o híbrida".
"El CMD Oeste tenía un doble desafío. Había una situación socialmente conflictiva y formalmente muy desarticulada. Por eso Corea introdujo una pieza urbana y opuso a esa desarticulación una forma dura, seca, sintética, protegida a la vez que abierta, mediante la plaza, la pérgola y la torre. Le dio la espalda a una idea retrógrada de identidad entre lugar y comunidad, ya no hay reconciliación posible".
"La pacificación de las tipologías cuasi escolares de patios interiores, o el gusto al borde de lo kitsch del Registro Civil con ingreso en puentecito sobre un estanque en el CMD Suroeste, podrán gustarle a la gente, muy probablemente tengan éxito, pero no es una propuesta que se pueda sostener desde un pensamiento fuerte, comprometido y profundo sobre el espacio cívico".
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