La "locura" del matrimonio gay

Benedicto XVI dijo ayer que los políticos católicos no pueden dejarse convencer por encuestas de opinión y tendencias sociales para apoyar prácticas como el aborto y la "locura" del matrimonio gay. Lo hizo durante una visita de obispos de Canadá.

"En el nombre de la tolerancia, su país ha tenido que aguantar la locura de la redefinición del cónyuge, y en nombre de la libertad de elección confrontarse con la destrucción diaria de niños por nacer", dijo el Papa. "Cuando se ignora el plan divino de Dios, la verdad de la naturaleza humana se pierde".

Canadá legalizó en el 2005 el matrimonio gay, pero su Parlamento votará a fines de este año para iniciar o no el proceso de abolición de la ley, a la que se oponen los conservadores. Desde su elección el año pasado, el Papa ha menudo ha condenado el matrimonio gay y en junio un documento del Vaticano lo llamó un signo del "eclipse de Dios" en tiempos modernos.

En su discurso a los obispos el Papa también tocó el tema extremadamente sensible de si los políticos católicos pueden respaldar leyes que permitan prácticas como el aborto, incluso si están personalmente en contra de ellas y las condenó llamándolas "falsas dicotomías".

"Son particularmente dañinos cuando líderes cívicos cristianos sacrifican la unidad de la fe y sancionan la desintegración de la razón y los principios de la ética natural rindiéndose ante tendencias sociales efímeras y a las demandas espurias de las encuestas de opinión", dijo.

"La democracia triunfa sólo cuando está basada en la verdad y en una correcta comprensión de la persona humana. La participación católica en la vida política no puede comprometer este principio", añadió.

La Iglesia, particularmente en países desarrollados como Estados Unidos, ha estado dividida con respecto al tema de si los políticos católicos que apoyan el aborto pueden o no comulgar.

La cuestión dividió a los católicos estadounidenses y a sus obispos durante la campaña presidencial del 2004 de John Kerry, un demócrata católico que apoya el derecho al aborto. (Reuters)