Un niño internado en el Fleni por Iapos tuvo que volverse

Dramática interrupción de un tratamiento por falta de pago

Estaba en el centro de rehabilitación de Escobar. Dicen que la obra social no cumplió. Recurso de amparo

Marías Laura Faravel / La Capital

Un niño víctima de una lesión cerebral quedó literalmente en la calle luego de que el Centro de Rehabilitación Fleni le dijera a los padres que no podía seguir con el tratamiento de recuperación por falta de pagos de parte del Iapos. La obra social aseguró que ya hizo los depósitos correspondientes para que el niño pueda continuar con la rehabilitación, aunque para eso, asegura el padre, debió mediar un recurso de amparo en la Justicia. El Fleni, en tanto, manifestó que no recibió los pagos. Lo cierto es que el niño, afectado por un virus que le produjo pérdidas importantes en las funciones neurológicas, fue doblemente víctima, de su mal y de la burocracia y el desentendimiento institucional.

Agustín Toni tiene un año y medio. En mayo jugaba a la pelota y hablaba como cualquier niño de su edad. Pero su desarrollo se vio truncado cuando sufrió una gastroenterocolitis viral. El cuadro se complicó con convulsiones y un paro respiratorio que obligó a internar al pequeño en terapia intensiva durante casi un mes.

Los médicos diagnosticaron una encefalitis posviral, una inflamación del cerebro que repercutió drásticamente en su sistema nervioso, del que anuló distintas funciones. "Agustín no masticaba, no veía, ni sabíamos si escuchaba. Además no podía mantenerse erguido ni sostener la cabeza", relata el papá, Pablo Toni.

El cuadro demandaba una pronta internación en un instituto especializado de rehabilitación con el fin de que el pequeño pudiera recuperar lentamente las funciones perdidas. Los médicos derivaron el caso Centro de Rehabilitación Fleni ubicado en Escobar, Buenos Aires.

Alimentados por la esperanza de la alta potencialidad de recuperación del cerebro del pequeño, el 29 de mayo viajaron a Buenos Aires. Ambos padres son médicos y por lo tanto su obra social es Iapos. "Entre el 23 y 24 de mayo presentamos todos los papeles a Iapos para la autorización", explica el papá. "Al principio nos aseguraron la autorización y luego que se harían cargo pero por reintegro", relata Toni. Esta respuesta significaba que Pablo y Claudia, papás de Agustín, debían conseguir 50 mil pesos en tres días para poder ingresar a su hijo a la clínica de Escobar. "Fue una lucha desesperada por conseguir el dinero, pero lo logramos gracias a la ayuda de amigos y familiares", recuerda Toni, quien dice que "allí comenzaron los desconciertos con Iapos".

Luego del esfuerzo titánico de los familiares por recaudar el dinero, el niño comenzó la terapia de rehabilitación, con kinesiología, terapistas ocupacionales, fonoaudiología y especialista en neuropsiquiatría y neurodesarrollo. Gracias a esto el chico pudo recuperar la visión, escuchar bien y tragar solo. Mientras tanto "la obra social había enviado una nota señalando que se hacía cargo de los gastos. Pero sólo fueron promesas", señala Toni porque "cuando nuestro hijo comenzaba a recuperar la movilidad en las manos nos avisaron del Fleni que no podrán continuar con el tratamiento porque la obra social no había hecho los depósitos correspondientes".

En ese momento el niño ya estaba a punto de ingresar en la tercera fase de la internación. Pero esto no pudo suceder, y los padres debieron hacer las valijas y regresar a Rosario con un tratamiento de recuperación a medio hacer y con los grandes riesgos de que perdiera lo que había logrado en ese tiempo. Desde hace 10 días están en Rosario intentando que la obra social se haga cargo del asunto para que puedan volver a Escobar.

Supuestamente el tratamiento debía finalizar en octubre y luego continuar en forma ambulatoria, pero todo se vio truncado por la falta de pago de Iapos.

Frente al incumplimiento, los padres recurrieron a la Justicia e interpusieron un recurso de amparo, ante lo cual el juez dictaminó que el niño debía ser internado en el centro de Escobar y realizarse el tratamiento, "y que la obra social debe hacerse cargo", amplío Vildor Garabelli, abogado de la causa.

Días más tarde personal del Iapos se comunicó con Toni para asegurarle que le habían depositado el primer reintegro de los 50 mil pesos. Pero esto no solucionaba el problema. "Yo no pretendía que me pagaran a mí, sino que depositaran al Fleni, porque nosotros necesitamos volver a internar Agustín. Manejando la misma cantidad de plata en forma diferente ya estaríamos allí", se lamentó.

Agustín con su mamá. La familia tuvo que traer al niño de nuevo a Rosario.