Después del acto. Siguen los cruces por la política oficial en seguridad

El gobierno minimizó la marcha en Plaza de Mayo

Fernández no quiso darle trascendencia y Arslanián acusó a Blumberg de pedir dinero para su fundación

Si bien el ministro del Interior, Aníbal Fernández, rompió el silencio oficial al referirse a la marcha de Juan Carlos Blumberg, sus expresiones buscaron ayer demostrar cierta indiferencia respecto al masivo reclamo del jueves pasado. "No estamos haciendo ninguna apreciación especial" sobre la convocatoria, afirmó.

"La seguridad es una cosa muy seria como para menearla en los bares; es para discutirla en profundidad y trabajar las 24 horas durante 365 días, y eso hace este gobierno", analizó Fernández.

Asimismo, afirmó que "no hay otro análisis que hacer" sobre la concentración de Blumberg y la contramarcha en el Obelisco que el "exitoso" operativo policial que evitó cualquier tipo de incidentes.

"No hay otro análisis. Nosotros no estamos haciendo ninguna apreciación especial" sobre la marcha organizada por Blumberg, dejó en claro Fernández.

De esta manera, el gobierno buscó restar importancia a la marcha que evidenció un fuerte nivel de adhesión a la propuesta del padre de Axel, una figura que ya no se puede desconocer como posible rival político.

Respecto a las quejas de Blumberg por no haber sido atendido por ningún funcionario cuando fue a presentar el petitorio -sólo fue recibido por el secretario privado del ministro del Interior-, Fernández se defendió: "A mi oficina no llamó nunca".

Sin embargo, el ingeniero había relatado a la multitud en Plaza de Mayo el jueves que no había sido atendido por el ministro del Interior ni el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, pese a haberlos llamado a sus celulares durante todo el día.

Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanián, volvió a apuntar ayer contra el empresario al acusarlo de querer "extorsionar" al gobierno reclamando "cooperaciones" para su fundación y denunció que, con sus críticas, pretende "desestabilizar".

Arslanián dijo estar "seguro" de que Blumberg pidió plata a las autoridades a cambio de no realizar marchas contra la inseguridad. "Son técnicas desagradables de tipo fascista que no contribuyen en lo más mínimo a que un tema tan complejo pueda resolverse", enfatizó el ministro bonaerense, alimentando la discusión mediática que mantiene con el ingeniero hace varias semanas.

La reacción de Blumberg no tardó en llegar: aseguró que "nunca" pidió ayuda monetaria al gobierno de la provincia de Buenos Aires para financiar la fundación que preside.