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 miércoles, 30 de agosto de 2006  
El impacto de las drogas en el bebé en gestación
LA mitad de las mujeres que consume sustancias adictiva está en edad fértil. Los médicos aseguran que hay cada vez más adolescentes embarazadas.

Florencia O'Keeffe / La Capital

Se estima que la mitad de las mujeres que abusan de las drogas están en edad de procrear, es decir, que tienen entre 15 y 44 años. Además de los efectos nocivos del consumo elevado de alcohol, tabaco, marihuana y cocaína en la mujer, la adicción tiene efectos negativos en el feto, que llegan incluso a comprometer su vida futura. Los especialistas afirman que esta problemática viene aumentando en chicas jóvenes. "El promedio de adolescentes embarazadas adictas ha crecido", confirma a La Capital, Edith Serfaty, médica psiquiatra especializada en trabajo con este grupo etáreo.

En el marco de las XIV Jornadas Argentinas de Ginecología Infanto Juvenil que se desarrollarán en Buenos Aires desde mañana y hasta el 2 de setiembre, el tema embarazo y uso indebido de sustancias figura en la agenda de los profesionales con el objetivo de plantear la necesidad de contar con políticas de salud y una mayor difusión sobre esta problemática oculta pero frecuente.

"No todos los profesionales consultan a las adolescentes embarazadas sobre si consumen drogas, por eso insistimos en que se hable de esto, que los médicos lo tengan en cuenta y que la sociedad reconozca que esto sucede", puntualiza Serfaty, una de las disertantes de las jornadas.

El abuso de sustancias, señala la psiquiatra, es alto en la adolescencia. "Tabaco, alcohol y otras drogas tienen su edad de inicio alrededor de los 14 años, tanto en varones como en mujeres", señala. "Las adicciones influyen en el embarazo no deseado porque las chicas llegan al encuentro sexual sin control, sin conciencia, sin saber muchas veces qué hacen", agrega.

Una vez que la adolescente se entera que está embarazada no suele cambiar su conducta en relación a las drogas y reconoce que iniciar un camino hacia la desintoxicación en el marco del embarazo suele ser complejo pero no imposible. "No tenemos una mirada apocalíptica, menos tratándose de adolescentes. En la adolescencia nada es definitivo y afortunadamente contamos con terapias tanto psicológicas como farmacológicas -que son menos dañinas que las drogas mismas- para alejar al adolescente de la adicción", explica la psiquiatra.


Problemas serios
Un feto que crece en el vientre materno está expuesto a las sustancias que ingiera o se inyecte su madre. Pero no todas tienen el mismo efecto. "El tabaco trae consecuencias pero tanto sus efectos directos en el bebé en gestación como el camino para dejarlo, son menos complicados que con las drogas pesadas", señala.

Los efectos conocidos y comprobados para el feto son:

  • Tabaco: bajo peso al nacer, problemas respiratorios en la infancia, mayor predisposición al asma en la adolescencia y adultez. Se sabe que en la primera infancia, el niño puede tener trastornos de atención y memoria.

  • Alcohol: se denomina sindrome fetal alcohólico a los defectos congénitos físicos y mentales causados al feto a causa de la ingestión excesiva de alcohol durante el embarazo. También se registran alteraciones en la visión y la audición del recién nacido.

  • Cocaína: altamente tóxica. Algunos bebés sufren al nacer el sindrome de abstinencia porque recibieron la droga durante el embarazo. También trae problemas de prematurez y están descriptos déficit de atención y otros trastornos de conducta en hijos de madres adictas.

  • Marihuana: bajo peso al nacer; circunferencia craneal más pequeña que lo normal; tendencia a nacer antes de tiempo.

  • Paco: altamente peligroso por su toxicidad. "A los chicos y chicas los envenena", señala la doctora consultada. En el bebé los efectos son poco conocidos ya que se trata de una droga de alto consumo en los últimos años, pero se estima que son aún peores que los de la cocaína.


    Baja autoestima
    Serfaty señala además que el embarazo de una adolescente de por sí tiene sus particularidades, "y las cosas empeoran cuando son adictas", dice.

    "Solemos encontrarnos con chicas abandonadas en su persona, en su autoestima y lo mismo sucede con el embarazo, no lo registran, no lo pueden vivir a conciencia y esto, cualquiera sea el nivel socioeconómico", agrega la médica.

    El parto también suele ser más complicado cuando se trata de una persona que consume drogas. "Las adicciones provocan alteraciones cardiológicas, hipertensión, crisis de excitación o depresión. Si están en período de abstinencia también hay alteraciones, por lo tanto, no podemos hablar de partos normales sino de alumbramientos que no suelen estar exentos de complicaciones", apunta.

    Por último, la especialista dice que lo más recomendable es abordar el problema con un equipo interdisciplinario e iniciar el tratamiento de desintoxicación lo antes posible. "Cuanto antes lo sospeche el médico y la chica pueda reconocerlo, más fácil será el camino a seguir. En cómo se desarrolle dependerá mucho el contexto familiar y la contención psicológica. Lo bueno es que hay soluciones. El pronóstico es mucho más alentador en la adolescencia que en otras etapas de la vida".

    F. O. K.
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