Una hora a merced de ladrones en una vivienda rural de Pérez

Tres hombres tuvieron cautivos a una mujer y a su hijo. Se llevaron una pickup, dinero y electrodomésticos

Leo Graciarena / La Capital

Nélida tiene 44 años y vive en la zona rural de Pérez. Está casada con Sergio desde hace dos décadas y tienen tres hijos de entre 6 y 19 años. Ayer por la mañana, a la hora en que los pibes entraban a clases, tres ladrones la sorprendieron y la mantuvieron cautiva durante una hora dentro de su casa junto al menor de los chicos. "Lo único que me importaba en ese momento era que no le hicieran nada a mi hijo", contó aún intranquila la mujer. En una Ford Ranger que su esposo utiliza para trabajar, los ladrones se llevaron finalmente varios electrodomésticos, ropa y 2.800 pesos en efectivo. El utilitario apareció ayer a la tarde en la zona oeste de Rosario.

Nélida y Sergio tienen miedo. "Cuando se iban me dijeron que no hiciera la denuncia porque iban a volver y me iban a matar a los chicos", explica Nélida. Hace 11 años que dejaron de vivir en el campo para alojarse en la casa que construyeron juntos en López al 600, a un paso del casco urbano en la zona noreste de Pérez. Sergio tiene un pequeño negocio y Nélida se ocupa de los quehaceres del hogar.

La mujer, siguiendo el guión de lo cotidiano, salió ayer a primera hora de la mañana en la Ford Ranger plateada, dominio FGF269. Llevaba a su hija de 12 años a la escuela. Al regresar a su casa, ubicó la camioneta de cara al portón, se bajó, abrió la puerta y guardó el vehículo en el garaje. Después volvió sobre sus pasos y cuando estaba cerrando la puerta, alguien la tomó de atrás y le tapó la boca. "Pensé que era alguien que me hacía una broma. Pero cuando me pegaron un par de trompadas en el estómago me di cuenta de que no era chiste", recordó la mujer.

Así, tres delincuentes se metieron es su casa, una de las cuatro que hay en la cuadra. Uno estaba con la cara descubierta y los otros dos con la cara tapada por cuelleras. Por lo menos uno de ellos llevaba una pistola 9 milímetros.

En la vivienda, por esas horas, sólo estaba durmiendo el hijo menor de la mujer, un nene de 6 años. Nélida fue llevada por el garaje y encerrada en un cuarto exterior de la casa, habitación que no tiene conexión con el resto del edificio. La tiraron sobre la cama y la cubrieron con una frazada. También le aplicaron un par de golpes para que entendiera quién llevaba la voz cantante del hecho.

Junto a Nélida se quedó uno de los delincuentes para controlarla, mientras los otros fueron a la casa y revolvieron todo buscando "la plata". Así, tras sus pasos y en una hora, dejaron un regadero de ropa y objetos de los dueños de casa en busca de objetos de valor. "Hay una criatura que se está despertando", gritó uno de los ladrones. "Por favor, no le hagan nada. Déjenme que me quede con mi hijo", le respondió Nélida. Y así, mientras la madre cuidaba de la criatura, los ladrones completaron el golpe.

Cargaron en la Ford de la familia una computadora, dos televisores, un equipo de música, ropa y hasta zapatillas y zapatos del matrimonio. Eso sumado a 2.800 pesos en efectivo que hallaron guardados. La pickup fue hallada ayer a la tarde por efectivos del Comando Radioeléctrico en el cruce de Nicaragua y Monteflores, en la zona oeste de la ciudad.

Según pudieron saber los pesquisas, los ladrones se movieron como en su casa y contaban con buena información. Conocían horarios y movimientos de los dueños de casa y se comunicaban por celular con un cuarto integrante de la banda que estaba fuera de la casa. Al menos eso se desprende de varios llamados recibidos por uno de los hampones durante el robo.

Sergio en el desorden que dejaron los ladrones.