Fórmula Uno

Automovilismo: ponderan el instinto de Alonso

Renault reconoció que él mismo eligió la estrategia para contener a Schumacher

La exhibición de conducción, estrategia y dominio de la situación que ofreció Fernando Alonso al aguantar durante quince vueltas el acoso de Michael Schumacher en el Gran Premio de Turquía tuvo aún más mérito: según confesaron ayer los ingenieros de Renault, lo hizo siguiendo su propio instinto.

Rod Nelson, el ingeniero del español, explicó que fue el español el que decidió jugar con las revoluciones del motor de su R26 para mantener detrás a la Ferrari del alemán.

Antes de que los ingenieros, sentados cómodamente en el box, fuesen capaces de diseñar una estrategia y transmitírsela al piloto por radio, Alonso ya había tomado y comenzado a aplicar la decisión que le permitió al final aumentar dos puntos su ventaja al frente del Mundial de Fórmula 1. Y todo ello mientras seguía conduciendo su bólido a más de 300 kilómetros por hora.

"Su ingeniero de motores (Remi Taffin) y yo estábamos discutiendo cuántas revoluciones tenía disponibles, cuándo y cómo lo debía hacer, cuando vimos que ya estaba manejando la situación. Fue típico de Fernando, como siempre, mira hacia adelante, piensa en problemas que pueden ocurrir e intenta solucionarlos antes de que aparezcan", afirmó con admiración Nelson.

"Bonito movimiento con las revoluciones, colega", le reconoció Nelson sus méritos por la radio.

Alonso tenía un bólido alrededor de medio segundo por vuelta inferior al de Schumacher. Pero evitó el adelantamiento de Schumacher para terminar segundo en Estambul echando mano de todos sus recursos.

El español previó que el heptacampeón mundial sólo podía adelantarlo en dos curvas hacia el final del circuito, por lo que preservó su motor bajando las revoluciones en el resto del trazado, para subirlas en los momentos clave.

"¿Qué puedo decir. Fue una actuación "alonsiana"..., afirmó por su parte Taffin.

Los pilotos pueden variar el límite de revoluciones de su motor en carrera con una pequeña rueda en su volante. Para proteger las mecánicas, los pilotos no ruedan todo el tiempo exprimiendo al máximo sus motores, y sólo recurren a ello cuando estrictamente lo necesitan: para abrir hueco respecto a sus rivales, para realizar un adelantamiento o, como en el caso de Alonso, para evitarlo.

Durante una época, gracias al desarrollo de la tecnología, los ingenieros podían modificar parámetros como las revoluciones del motor desde el box. Pero la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) decidió prohibir toda intervención externa durante las carreras para dejarlo todo en manos del piloto.

Actualmente los ingenieros sólo pueden realizar una modificación en la configuración del coche durante un Gran Premio, y es puramente mecánica: subir o bajar el alerón delantero, lo que realiza un mecánico durante un repostaje con una llave tradicional.

El español mostró sus cualidades en Turquía.