Pato fantasma

Rugby: Santiago Sodini analiza el presente de Duendes

Pablo F. Mihal / Ovación

Santiago Sodini es el típico jugador que a su equipo le aporta muchísimo, pero al que para ver su trabajo hay que seguirlo detenidamente. Porque su tarea es efectiva, aunque no luzca. El Pato, como lo conoce el ambiente de la ovalada, se convirtió a fuerza de trabajo y sacrificio en una pieza importantísima en el esquema de Duendes y es en la actualidad uno de los hombres regulares en el conjunto verdinegro.

Llegó a Duendes cuando tenía 13 años, siempre jugó de ala y eventualmente de octavo. En su juego imitaba los movimientos que hacía Marcelo Carmona y tenía la misma agresividad en el tackle.

Pero a fines de 2002, Carlos Promanzio y Horacio Gattarello le pidieron que deje ese lugar para jugar de pilar izquierdo. Accedió para probar y allí se quedó. Lógico que no fue tan fácil, se tuvo que amoldar a las exigencias de la nueva posición, fundamentalmente a formar en el scrum y a acostumbrarse a salir sin piernas o muy golpeado.

Ya en la temporada 2003, arrancó como pilar y fue aprendiendo el oficio. Hoy no se cansa de repetir que "aprendí a querer al puesto y la verdad me encanta... Si no fuera así, jugando de pilar sufrís y mucho".

Su bajo perfil no le impide realizar una aguda observación del panorama de Duendes, equipo que el fin de semana se convirtió en el primer clasificado a la instancia final.

-¿Qué significa para Duendes haber entrado en la instancia decisiva dos fechas antes de que termine la fase clasificatoria?

-Es muy bueno. Mirándolo por el lado de los puntos, sacamos una diferencia muy importante y a cualquiera le gustaría llegar así. Pero sabemos, por la experiencia de años anteriores, que las finales son otro campeonato, que es algo distinto a lo que hicimos durante todo el año. Son partidos a matar o morir que no tienen nada que ver con cómo saliste en la tabla.

-Por lo visto sirvieron los tropezones de años anteriores.

-Estuvimos hablando mucho de eso, no sólo nos pasó el año pasado sino también en el 2004, cuando clasificamos primeros y perdimos en las semifinales. Ahora estamos tratando de no explotar antes y de llegar con el mejor equipo posible a las finales, porque en esos tres partidos te jugás todo el año.

-Esos tres partidos suelen ser parejos sin importar en la cancha en que se juegue.

-Son parejos porque te conocés muy bien con cualquiera de los equipos con los que te enfrentás. Saben y sabés cómo ataca y defiende cada equipo, por eso juega mucho cómo estés ese día. Si estás tranquilo, tomás las decisiones correctas y jugás a tu ritmo, con calma, tratando de llevar el partido de la forma que te convenga a vos. En cambio, si entrás en el juego del otro, ese partido lo perdés.

-¿Las finales son partidos para arriesgar o para especular?

-Hay que ver cómo viene el partido. Generalmente son partidos donde se patea mucho para sacar el ritmo.

-Cuando se reanude el torneo enfrentan de local a Gimnasia y Esgrima. ¿Es un partido especial?

-Obviamente que va a ser un partido complicado, porque siempre con Gimnasia se dan partidos parejos. La última vez que jugamos, en el Parque, GER no regaló nada y creo que ahora se va a dar un partido igual, de hacha y tiza. El condimento está en que ellos se juegan muchas cosas.

-Pero Duendes juega con el factor tranquilidad de su lado.

-Sí, es cierto, pero sabiendo que para ellos es una final. Cuando vos jugás contra un equipo que juega a matar o morir, si no estás en sintonía la podés pasar mal. Por eso tenés que entrar muy tranquilo pero no relajado.

-Duendes este año cumple 50 años y hace mucho que no cosecha un título. ¿Eso los presiona?

-En Duendes siempre estás presionado porque es un club que siempre necesita ganar algo. Cuando empieza el año el objetivo es ganar, por eso nunca allá vas a escuchar "vamos a tratar de clasificar". Este año se suma que el club cumple 50 años y es algo muy importante, pero salvo eso, este año es como cualquier otro.

-¿Cuál es tu análisis del nivel de juego en el Litoral?

-Creo que es bueno, con cinco equipos que están jugando muy bien, que entre ellos son muy parejos, pero que marcan diferencias con el resto y están por lo menos veinte puntos arriba. Es una lástima que ya no haya un Torneo del Interior para medirnos y saber cómo estamos con relación a otras provincias.

Santiago Soldini se aferra a la pelota y encara. El pilar es el típico jugador que no luce pero que le aporta muchísimo a su equipo.