Para el Kily "lo más importante era no perder"

Mauricio Bártoli / La Capital

El Kily González aspiraba a más, mucho más. Pero igual está bastante más tranquilo. Sabe que no alcanzó con su gol y con el empate pero, luego de dos derrotas y una expulsión, el penal convertido ante Banfield representó un poco de aire fresco para el equipo de Néstor Gorosito. Y a nivel personal, significó empezar a darse los gustos que soñó cuando decidió volver a ponerse la camiseta auriazul.

El viernes, cuando un disparo suyo desde 35 metros se estrelló en el travesaño, manotazo de Luchetti mediante, se quedó varios segundos agarrándose la cabeza. Claro, el partido estaba cero a cero y se podía haber abierto el marcador de una manera mágica. Es más, podía haber sido un golpe de nocaut para Banfield, en un partido cerrado.

Pero el guerrero de mil batallas tragó saliva y siguió tomándole el gusto, todavía agridulce, al fútbol argentino, la casa a la que decidió volver, en la que no convertía desde hacía once años (su anterior gol lo había anotado ante Mandiyú de Corrientes, en el Apertura 1995).

Cuando el equipo estuvo en desventaja, ahí se vio al mejor Kily; en realidad no se lo vio demasiado, porque su trabajo fue simbólico, pero no por ello menos gravitante. Fue el respaldo de aplomo y tranquilidad para que su equipo buscara la igualdad sin desesperarse. Así llegó el desborde de Villagra, y cuando el árbitro concedió el penal, el que asumió la responsabilidad fue Christian González.

Con la capacidad de desdramatizar que lo caracteriza dijo que no sintió nada especial en el momento del penal, "simplemente pensé que tenía que hacer el gol. Asumí la responsabilidad de patear porque era el encargado y me tenía toda la fe para convertir".

Pero igual el Kily no perdió la autocrítica. "Fue un partido muy armadito y parejo. Creo que Central tuvo las mejores situaciones pero estamos tan negativos que hasta nos hicimos un gol en contra. Gracias a Dios lo pudimos empatar, conseguimos nuestro primer punto y ojalá contra Lanús podamos sumar de a tres".

El experimentado volante destacó que "lo más importante era no perder ante Banfield porque si eso pasaba, íbamos automáticamente a perder más confianza. A lo mejor hay un proyecto de juego pero los malos resultados hacen que uno piense que no se están haciendo las cosas bien. En realidad es al contrario, estamos entrenando muy bien y estamos mentalizados para sacar esto adelante. Creo que si hubiera habido un ganador, deberíamos haber sido nosotros. Ahora Central debe salir adelante porque tiene un buen plantel para poder pelear entre los mejores".

El Kily volvió a sonreír tras el empate en el sur bonaerense.