La actriz desembarca en Rosario con la comedia "Hasta aquí llegó mi amor"

Soledad Silveyra: "Hay que tener el alma muy limpita para darle lo mejor a la gente"

De gira por el interior, la artista aseguró que agradece que la llamita de la pasión "siga encendida"

Pedro Squillaci / Escenario

Su nombre se convirtió en una marca registrada en la actuación, pero fue en la pantalla chica donde conoció la popularidad. Su frescura conmovió a propios y extraños a partir de aquella Mónica Elguera Paz de "Rolando Rivas, taxista", en los tempranos 70, y desde allí no paró de trabajar. Codiciada por los canales poderosos, Solita se ausentó de la TV argentina, pero apareció en la pantalla de México y salió de gira por el interior con "Hasta aquí llegó mi amor", en dupla con Raúl Rizzo. La obra, que llega el próximo viernes 25 de agosto al teatro Broadway, plantea los distintos crecimientos de una pareja, en momentos que los hijos son grandes y queda "el nido vacío". "Lo único que quiero en la vida es viajar y seguir haciendo teatro", confesó la actriz.

-¿Qué te movilizó a iniciar esta gira por el interior?

-Ya debutamos en Salta (en el Teatro del Huerto, el 3 de agosto), y debe ser una de las pocas veces en que los porteños debutamos allí. Pero más allá del placer de poder viajar, que es lo único que quiero en la vida, quiero hacer giras por el interior porque la verdad se pasa bomba. Porque no sólo es un intercambio teatral, sino turístico, cultural y gastronómico. Yo quiero sacar un librito, en el cual pueda contar los lugares de la gira, que cada poeta hable de su lugar, de la gente que se conoce, las experiencias, todo. Ese es el placer, estoy esperando que Raúl (Rizzo) termine de grabar "Amas de casas desesperadas" antes de que me chiflen a mi de Telefé, para salir de gira por cuarenta días y no volver.

-¿En Telefé hay un proyecto confirmado?

-Sí, lo más seguro es que haga una telenovela de Estevanez, en la cual va a trabajar Sebastián Estevanez, el único confirmado. Nos vamos a reunir esta semana y me van a contar la parte artística, y casi seguro haré este proyecto. Ahora estoy aprovechando para viajar por el interior ya que vengo de México, donde hice "Amor en custodia" en la versión para ese país.

-Ahora bien, de México a Buenos Aires, de allí a Salta, después Rosario y se viene la tele. ¿Cómo soportas ese ritmo?

-Es lo que estoy buscando. Quisiera viajar siempre, porque me hace mucho bien. Me hizo muy bien llegar a México y empezar de nuevo, que no me conozca nadie. Y en el interior también es muy cálido lo que sucede.

-¿Esto de empezar de nuevo, como sentiste en México, te generó adrenalina?

-No, yo ya no tengo adrenalina, ¿sabés? Ya la he eliminado del cuerpo, creo, son muy pocos los momentos en los que siento eso al entrar a un escenario. Siento nervios, inseguridades, pero la adrenalina, ya se me fue.

-¿Sentís que "Hasta aquí llegó mi amor" es un reflejo de muchos casos reales?

-Claro, y a veces lo que nos pasa es que algunos de los dos se deja estar, ¿no? y de eso se trata la obra. Ah, y vas a ver una Solita distinta, físicamente.

-¿Más gorda o cómo?

-Vas a ver, vas a ver...(risas).

-Siempre fuiste muy coqueta. ¿Por qué esa necesidad de cuidar tanto la imagen?

-Digamos que sigo las reglas del mercado. El mercado nos exige estar espléndidas. Y bueno, una hace lo que puede. A veces, el mercado me tiene un poquito cansada. Es que son 42 años de trabajo, cualquiera se jubila, es mucho tiempo, tengo derecho a jubilarme.

-Tenés derecho pero no tenés ganas.

-No, te puedo asegurar que a veces tengo ganas, no tengo asegurada la vejez, que es distinto. Pero a veces necesito descansar.

-Muchos actores dicen que el teatro les da una inyección de energía . . .

-Mirá, cuando las veo a China (Zorrilla) o a Lidia Lamaison pienso "qué maravilla", porque pareciera ser que es así. Yo te digo que en mi caso, en este momento, siento que no, pero no sé qué me puede pasar a los 70. Yo en este momento vengo de trabajar mucho y de golpe uno necesita también llenarse el alma de cosas, sabés, porque somos transmisores. Llevamos de orilla a orilla un texto en público, y en el fondo uno tiene que tener el alma muy limpita para poder transmitirle lo más lindo a esa gente maravillosa que nos va a ver. En este trabajo, a veces hay problemas de descarga y entonces hay que volver a cargar. Yo, gracias a Dios, siempre digo "que la llamita siga encendida".

-¿La gente te individualiza como una estrella de la tele a partir de la repercusión que tuvo aquella Mónica Elguera Paz, en la novela de Rolando Rivas?

-Creo que la gente me tiene como una actriz popular y, claro, fue principalmente a través de la pantalla chica.

-Eso te dio más tranquilidad...

-(Interrumpe) Uno quiere lo que tiene el otro, ¿viste? (risas) A veces quiero ser más prestigiosa, poder vivir de una película al año. Pero, y bueno, soy una laburanta (sic) de la televisión, una actriz popular asumida, que cada tanto sale y se toma sus placeres de hacer una obrita de teatro. Eso, nada más, tengo ese placer de hacer teatro, que es lo que me gusta horrores, pero siempre sabiendo lo que hago y tratando de llevar lo mejor.

Solita firmó contrato para hacer una novela que saldrá al aire por la pantalla de Telefé.