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miércoles,
09 de
agosto de
2006 |
Ya es posible obtener "fotos" del cerebro en tiempo real
Nuevas tecnologícas permiten analizar la química del cerebro, su composición y funcionamiento, con lo que mejoran los diagnósticos y tratamientos
Florencia O'Keeffe / La Capital
Conocer más y mejor el cerebro es un desafío constante para la medicina, sobre todo en una época en la que las enfermedades neurológicas aumentan en número y complejidad a causa del estrés y otros males de la vida moderna. Gracias a los avances tecnológicos ahora es posible lograr una precisión y una calidad en el diagnóstico por imágenes que no se hubiese sospechado décadas atrás. Así, a la Resonancia Magnética Funcional, se suman hoy nuevos desarrollos que permiten nada menos que observar el cerebro funcionando en tiempo real. "Estamos en el inicio de las imágenes moleculares, ante la posibilidad de ver a las enfermedades desde adentro", se entusiasma Jorge Nagel, neuroradiólogo del Instituto Gamma.
La novedad no es menor si se tiene en cuenta que se diagnostican cada día más enfermedades neuropsiquiátricas, mientras avanzan otras patologías neurológicas y degenerativas en personas jóvenes, como el Alzheimer o la esclerosis múltiple. Nagel, en diálogo con La Capital, mencionó que la población puede acceder hoy a avances que en otras épocas parecían inalcanzables, y que éstas tecnologías, que ya están disponibles en Rosario, "permiten contar con un verdadero mapa del cerebro y sus funciones, lo que posibilita saber qué áreas y qué extensión cerebral usa una persona, y de esa forma determinar qué tipo de afección padece".
"Lo más apasionante que tenemos los médicos neuroradiólogos es poder visualizar el cerebro funcionando en tiempo real; esto significa, nada menos, que podemos observar las distintas áreas del encéfalo que manejan las emociones, los impulsos o los gustos; las que tienen que ver con la escritura o la visión", indica el especialista.
Las últimas innovaciones
A los métodos como la Resonancia Magnética Funcional se fueron agregando, en primer término, el examen Espectroscópico, método que permite estudiar en forma no cruenta la química del cerebro. Luego el estudio de Perfusión del encéfalo permitió, entre otras cosas, estudiar los tumores, avanzando sobre la clasificación ya existente entre tumores benignos y malignos; asimismo el método posibilitó el diagnóstico rápido y certero de enfermedades frecuentes, como el stroke ( accidente cerebro-vascular), lo cual permitió instaurar una terapéutica rápida y eficaz, condición fundamental para poder revertir la progresión de la enfermedad. La década del 90, que fue bautizada como la "década del cerebro" por los descubrimientos y avances en este área de la medicina, trajo consigo las mayores innovaciones en el diagnóstico por imágenes: "Afortunadamente Rosario siempre estuvo a la vanguardia en la incorporación de tecnología de punta", reconoce Nagel.
La precisión y rapidez que tienen los aparatos que se usan en la actualidad a la hora de tomar imágenes habilita a los especialistas a evaluar las funciones normales, pero también aquellas que presentan problemas, y con estos datos, efectuar un diagnóstico precoz o mejorar los tratamientos cambiando considerablemente la calidad de vida y la sobrevida de los pacientes. "Ahora podemos estudiar un paciente psiquiátrico, obsesivo compulsivo, depresivo, esquizofrénico, y ver qué áreas cerebrales utiliza en el momento en el que se le muestra una foto, o cuando se lo hace pensar, o mira una película", puntualiza. "Esto abre un abanico de posibilidades para estudiar un sinnúmero de patologías que antes sólo se detectaban en estadios avanzados", agrega.
Los equipos a los que se refiere el neuroradiólogo son estructuralmente más cortos y más abiertos que los convencionales, otorgando al paciente un mayor contacto con el exterior; esto facilita el estudio en personas claustrofóbicas o en niños, y , a la vez, mantiene la óptima calidad de imagen de los resonadores cerrados. El procedimiento se realiza con la persona acostada y en pocos segundos se obtienen las "fotografías" deseadas. "Son prácticas no invasivas, nada cruentas, y muy rápidas", aclara el entrevistado.
También se pueden estudiar las vías del sistema nervioso central. "A través de un estudio denominado Tractografía es posible observar las fibras del cerebro ", explica el especialista y agrega: "Esto pone a Rosario al nivel de las mejores universidades del mundo y de los mejores hospitales".
La posibilidad de analizar con un resonador magnético la química de todo el cerebro, así como la composición del tejido normal y del tejido enfermo "nos ayuda a hacer diagnóstico diferencial de enfermedades, pero con la particularidad de que se hace en forma volumétrica, de todo el encéfalo, cuando hasta ahora sólo lo veníamos haciendo en una porción del mismo", explica el neuroradiólogo. Los nuevos equipamientos tienen tan buena performance que "sólo necesitan una adecuada indicación y la colaboración del paciente".
Es importante aclarar que la nueva tecnología no solamente es aplicable a la patología neurológica, sino que, también, permite estudiar el corazón y sus enfermedades, la patología mamaria ( aportando imágenes bilaterales, simultáneas y en cualquier plano), prostática y de otras partes del cuerpo humano. Siempre en forma rápida, incruenta y no invasiva.
Conocer el cerebro y sus funciones íntimamente no es un cuento de Ray Bradbury, sino una realidad al alcance de la gente: "Estamos viendo una verdadera revolución en diagnóstico por imágenes que nos permitirá entender hasta lo más fino de las patologías, como ser el funcionamiento molecular de cada una de las células", finaliza Nagel.
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