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miércoles,
09 de
agosto de
2006 |
Otro testigo cree que ex obispo Angelelli fue asesinado
La Rioja- Un enfermero, quien el 4 de agosto de 1976 concurrió con una ambulancia al lugar del supuesto accidente automovilístico en el que murió el ex obispo Enrique Angelelli, declaró hoy ante la justicia federal de La Rioja y ratificó su convencimiento de que se trató de un crimen cometido por la dictadura militar.
El testigo, identificado como Mario Gorosito, en 1976 era enfermero en el hospital de Chamical y la tarde del 4 de agosto concurrió con una ambulancia al lugar del supuesto accidente a pedido de las autoridades policiales de la época.
Al fiscal federal riojano, Horacio Salman, Gorosito le repitió lo mismo que ya declaró ante los funcionarios judiciales en dos oportunidades anteriores.
“Me llevó el chofer Antonio Giménez. El lugar estaba rodeado por policías y soldados de la Base Aérea de la zona, que cuando llegamos a unos 20 metros de distancia nos impidieron pasar. Lo veíamos a Angelelli tirado sobre una mancha de sangre y quisimos atenderlo, pero el suboficial Nelson Garnica, ayudante del comodoro Aguirre, nos dijo que no”, explicó.
Luego, el testigo agregó que “nos fuimos con la camilla para donde estaba Pinto, a un costado de la ruta. En la ambulancia, él decía en un delirio ”el coche blanco, déjelo que nos pase”, parecía que hablaba con monseñor”.
“Volvimos al hospital a eso de las cuatro de la tarde. El médico Osvaldo Benegas atendió al herido, y nos dijeron que a Angelelli lo habían llevado a La Rioja para atenderlo”. añadió.
Gorosito no pudo constatar lesiones en el cuerpo de Angelelli porque “no me dejaron llegar al lugar exacto donde Angelelli estaba tirado en el medio de la ruta con sus brazos abiertos, pero me dieron la orden de atenderlo al padre Pinto (cura que viajaba con el ex obispo) que estaba a un costado golpeado. Y había que hacerles caso porque estaban armados”, dijo Gorosito, en relación
con los militares que estaban en la zona.
Durante el viaje con Pinto en la ambulancia hacia el hospital de Chamical, el ex sacerdote hacía referencia, en estado de inconciencia por el trauma de los golpes recibidos durante el accidente, a un presunto auto blanco que habría provocado el supuesto accidente, recordó Gorosito.
Según Gorosito, “a la hora que salieron de Chamical, en un día como hoy, soleado, manejando su vehículo como solía hacerlo, despacio y tranquilo, pienso que no fue un accidente y tengo esperanza y mucha fe de que ahora la Justicia pueda demostrarlo a pesar de los años que han pasado”. (Télam)
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