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miércoles,
09 de
agosto de
2006 |
Liberan a acusado de matar a un policía
Lo acusaban del crimen de Rubén Darío Oliva, baleado cuando esperaba el colectivo en barrio Triángulo
Un joven que estaba preso por el crimen del policía Rubén Darío Oliva, asesinado de tres disparos mientras esperaba un colectivo en barrio Triángulo, recuperó la libertad por falta de pruebas en su contra. Carlos Damián Sosa obtuvo la falta de mérito luego de permanecer dos meses preso como supuesto autor de los balazos que ultimaron al efectivo. Lo habían apresado porque un testigo dijo haberlo visto alejarse corriendo del lugar donde cayó el uniformado, pero un juez determinó que eso no basta para probar su participacíon. El caso quedó sin detenidos.
Sosa fue liberado por orden del juez de Instrucción Juan José Pazos, quien determinó que no hay suficientes pruebas para que el joven permanezca detenido. No obstante, seguirá vinculado a la causa en caso de que aparezcan nuevas evidencias en su contra. Con su liberación, la investigación del crimen se quedó sin detenidos. Es que el otro joven que estuvo imputado de encubrimiento en el caso, Matías Albertossi, fue liberado también por falta de pruebas antes de la feria judicial de julio, indicaron fuentes del caso.
A Sosa lo habían apresado el 6 de junio pasado en base a los dichos de un comerciante de la zona que el día del hecho escuchó los disparos y luego vio pasar frente a su negocio a un muchacho en una bicicleta roja. A su lado, según dijo, iba corriendo otro muchacho que podría haber sido Sosa. Otro testimonio anónimo brindado por teléfono a la policía lo sindicaba como el joven que, luego de robarle el arma al agente, le efectuó al menos tres disparos a quemarropa por la espalda.
Carencia de testimonios
Dos meses después de su detención, los abogados José Luis Abichaín Zuaín y Carlos Heuer pidieron la libertad de Sosa al entender que no existían elementos incriminantes. De acuerdo con la resolución, Sosa pudo haber pasado por el lugar del crimen, "pero no se puede probabilizar que haya sido el autor de los disparos, como así tampoco que haya estado junto a quien los hizo, por la carencia de testimonios que avalen esa afirmación". En ese sentido, el texto resalta la "absoluta reserva por parte de los vecinos" del lugar donde ocurrió el ataque.
Oliva fue ultimado la madrugada del 6 de mayo cuando se dirigía de uniforme a tomar un colectivo para ir a su trabajo. Una cantidad no determinada de jóvenes lo interceptaron en Biedma al 5600, y luego de un breve forcejeo lo ejecutaron de varios tiros. La policía relacionó su muerte con la del adolescente Jonathan Fontana, ultimado en un supuesto enfrentamiento con uniformados el pasado 23 de abril. Oliva fue asesinado 14 días después a cien metros de donde murió el menor.
Antes de la detención de Sosa, la policía secuestró en una bicicletería el rodado que aparentemente usaron los homicidas para escapar. La había dejado allí Albertossi, tras canjearla por otra. Para la Justicia, sin embargo, "tampoco puede sostenerse que la bicicleta secuestrada en la bicicletería sea la misma que el testigo vio pasar frente a su negocio". En la resolución se señala que en la casa de Albertossi la policía también había secuestrado una nota de La Capital sobre la muerte de Fontana con la inscripción "ya te vengamos". Pero una pericia caligráfica detectó que esa no era la letra de Sosa.
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