Efemérides

Un 9 de agosto

Guillermo Zinni / La Capital

1516: Muere el personalísimo pintor holandés Hieronymus Bosch
El personalísimo pintor y grabador holandés Jeroen van Aeken nació en la pequeña Hertogenbosch ("Bosque del Duque") en el año 1453, y no hay noticias de que saliera nunca de su ciudad natal, ni siquiera a la próspera y cercana Amberes. Su familia se dedicaba tradicionalmente a ese oficio y su abuelo, su padre, su tío, sus hermanos y hasta su propio hijo fueron pintores. Al morir su padre el taller familiar lo heredó su hermano mayor, que de esta forma tuvo en exclusiva el derecho a usar el apellido familiar Van Aeken que distinguía las obras de este taller frente a las de otros talleres de pintores. Por eso Jeroen cambió su nombre por el de Hieronymus Bosch

-conocido en los países de habla hispana por su traducción como "El Bosco"- y organizó su propio taller. Contrajo matrimonio en 1480 con una rica heredera y llegó a recibir tantos encargos que era uno de los que pagaban los tributos más altos de la ciudad. Su clientela estaba formada por burgueses, clérigos, nobles y la Hermandad de Nuestra Señora, cofradía religiosa de la cual él también era miembro. dedicada a la Virgen de la que El Bosco era miembro. Uno de sus encargos más importantes fue pintar un "Juicio final" para Felipe el Hermoso pero su estilo recogió los fantasmas de los años finales de la Edad Media en los que la mayor obsesión era la salvación tras la muerte. Su fama se extendió fuera del país y durante el siglo XVI fue imitado por numerosos pintores, especialmente por Bruegel el Viejo. Su desahogada situación económica lo favoreció para desarrollar un estilo más personal que el de sus contemporáneos y produjo enigmáticas obras que ilustran complejos temas religiosos con una imaginación fantástica y en cuyo seno se gesta el germen del humanismo renacentista. Su trabajo está impregnado de imágenes que hacen referencia a la herejía, la fe, la moral, la alquimia, la brujería, el erotismo, lo demoníaco y, como aglutinante de todo, la religión. Todos estos son elementos significativos y testimoniales del tiempo y la sociedad en la que vivió. A través de sus pinturas, alejadas de las tradiciones dominantes en la pintura flamenca e impregnadas de fantasía desbordante y de vivencias populares, realizó una crítica de las instituciones y costumbres de su entorno, en línea con otros movimientos espirituales de la época. Entre algunos de sus trabajos que suelen destacarse se encuentran "El jardín de las delicias", "El carro de heno", "Los siete pecados capitales", "La extracción de la piedra de la locura", "El juicio final" y "Las tentaciones de San Antonio". Murió en su ciudad natal el 9 de agosto de 1516.

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