El Concejo avala los cambios en el templo Cristo Rey

La comisión de Planeamiento aprobó la ampliación y preservación de la parroquia de Brassey al 8100

Por unanimidad, los integrantes de la comisión de Planeamiento del Concejo Municipal le dieron el okey al nuevo proyecto para ampliar la parroquia Cristo Rey ubicada en Brassey al 8100. Y todo parece indicar que la quinta oportunidad, será la vencida. De no mediar sorpresas, la comisión de Gobierno se aprestará hoy a darle su aval a la iniciativa y así aprobarla en el recinto durante la sesión de mañana.

Cabe destacar que los planos de obra preservan intacta la fachada y una buena parte del templo, mientras que se demolerá la parte posterior para, de esta manera, duplicar su capacidad con 350 metros cuadrados complementarios de superficie. A fin de conservar el sector histórico, se procederá en forma paralela a restaurar paredes, aberturas y cielo rasos, respetando el estilo original.

El proyecto se presentó a fin de año ante la Secretaría de Planeamiento del municipio y sorteó el filtro de los representantes del Programa de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico del Ejecutivo. A fin del mes pasado, fue remitido a la comisión de Planeamiento donde el lunes cosechó la unanimidad de todos sus integrantes.


Hoy sesiona Gobierno
Ayer, debido al paro municipal no se registró actividad en el Palacio Vasallo, por lo que la comisión de Gobierno sesionará hoy a partir del mediodía. Y, de no mediar sorpresas, existirán las firmas suficientes para que el proyecto figure en el temario de mañana y sea aprobado por amplia mayoría.

Cristo Rey fue declarada monumento histórico provincial y de interés patrimonial para el municipio. Los cuatro intentos anteriores chocaron con la firme oposición de un grupo de vecinos que incluso llevó el tema a la Justicia.

Transcurridos ocho años del primer megaproyecto (que fue aggiornándose a las necesidades concretas del barrio), un nuevo grupo de arquitectos elaboró una propuesta que persigue el interés de conciliar la inquietud de un sector de los fieles en ampliar el espacio del templo con el espíritu preservacionista.

Las reformas del "consenso" se basan fundamentalmente en dejar la fachada inalterable. Además, se demuele la parte posterior de la capilla (a la altura del altar) para ampliar la nave principal y una serie de construcciones posteriores como la casa parroquial y depósitos anexos. En esta superficie, se construirán dos naves laterales, respetando la estructura de aberturas, techos y ventanas de la construcción original.

Estas obras significarán la incorporación de 350 metros cuadrados más a la superficie original. En este espacio se ubicarán la capilla del santísimo, con un lugar de adoración propio, un sector para el coro, confesionarios, sacristía y depósito, de acuerdo a los requisitos impuestos para la liturgia por el Concilio Vaticano II. Al mismo tiempo, se conservará el edificio histórico que se someterá a una tarea de restauración en paredes, aberturas y cielo rasos, respetando sus características originales.