El niño desapareció en 1997 en el balneario La Florida

La búsqueda de Bruno Gentiletti tropezó con un nuevo escollo

Buscaron cotejar una muestra de ADN de sus padres con la de un chico muerto en Buenos Aires, pero no se pudo

Silvina Dezorzi / La Capital

El estudio de ADN sobre los restos de un niño muerto hace tres años como NN en Lomas de Zamora para compararlo con el de los padres de Bruno Gentiletti finalmente no se pudo realizar porque el material genético de la muestra estaba "totalmente destruido". El dato fue confirmado ayer por el bioquímico gerente del Centro Regional de Investigación y Desarrollo (Ceride) de Santa Fe a cargo de los análisis, Sergio González. La imposibilidad del estudio, según explicó el especialista, se debe a que los restos del chico fallecido en Buenos Aires -de quien ya nunca se conocerá la identidad- fueron sepultados "sin protección", en una bolsa de náilon, directamente en la tierra y a merced del "calor y la humedad". Así, se frustró un nuevo intento de la Justicia por saber si esos restos podían ser o no los de Bruno Gentiletti, desaparecido el 2 de marzo de 1997 en el balneario La Florida.

La familia Gentiletti no conocía hasta ayer los resultados del análisis. Para el estudio, hace ya varios meses, el juez correccional Edgardo Bistoletti solicitó a los padres de Bruno que cedieran una muestra de sangre para cotejar ese material con el de un chico que hace tres años murió atropellado por un tren sin ser nunca identificado. De la comparación de ambos ADN podría saberse con una exactitud cercana al 100 por ciento si los restos correspondían o no a los de Bruno.

Sin embargo, según admitió el bioquímico encargado de hacer los estudios, esa certeza nunca se tendrá y tampoco se podrá determinar jamás la identidad del niño fallecido en Lomas de Zamora. ¿La razón? Que el cuerpo fue enterrado sin protección, apenas "envuelto en una bolsa de náilon", lo que generó condiciones de "total destrucción" para el ADN.

-Por definición, si se entierra un cuerpo como NN, ¿no debería ser protegido para una eventual identificación posterior?

-Es que cuando se entierran como NN no hay cajones, ni chapas, ni nada. Quizás se deba a cuestiones presupuestarias, pero creo que lo óptimo sería, en esos casos, que se tomara una muestra de sangre posmórtem y se guardara. Sin embargo, en este no se había guardado nada: el cadáver estaba enterrado directamente en la tierra, envuelto en una bolsa de náilon. Para colmo, cuando lo exhumamos había llovido, así que del barro pudimos rescatar sólo algunos huesos. Y es muy raro encontrar material genético en condiciones de calor y humedad, porque lo primero que se destruye de la parte ósea es la médula, donde está el ADN.

Dados los tiempos, la decisión del juez fue viajar directamente con González a Buenos Aires para exhumar el cadáver del cementerio municipal de Lomas de Zamora. "A partir del momento de la extracción toda la cadena de seguridad estuvo garantizada", contó el especialista. Aun así, no hubo caso. Tras intentar "todas las técnicas posibles", la conclusión fue que no existía material genético para comparar y el estudio era, por ende, "irrealizable".

Quizá por eso, al enterarse, ayer la tía de Bruno, Marisa Gentiletti, se preguntó por qué la Justicia "expuso a la familia sin confirmar antes que el análisis era factible". Y es que, más allá de que algunas descripciones del chico muerto que figuran en el Registro Nacional de Menores Desaparecidos no cuadraron con las características de Bruno, para los Gentiletti sigue siendo duro y amargo transitar cada nuevo intento por llegar a la verdad.

La foto más conocida de Bruno.