Editorial

Museo: el diario junto a la gente

La dirección que este diario se ha fijado en relación con la ciudad que ya hace casi ciento treinta y nueve años lo cobija es clara e inmodificable: cada vez más cerca, cada vez más solidario, cada vez más parte de Rosario y la vida de los rosarinos. La inauguración de la segunda etapa del Museo Diario La Capital (MDLC), oficialmente concretada el pasado jueves con la presencia de destacadas personalidades, constituye otro paso más en procura de que ese rumbo se ahonde y fertilice.

Las nuevas atracciones de este espacio ya tradicional en la urbe tornan aún más atractivas sus características, excepcionales en el marco de Latinoamérica, donde constituye el único en su tipo. La construcción de un auditorio, una sala de exposiciones y una redacción interactiva son hitos dentro de un sendero que sólo sabe ir hacia adelante. Y hasta el contenido de la muestra que dio el disparo de largada en el espacio destinado al arte y la cultura es coherente con el rumbo fijado: la valoración de la ciudad, la región y el postergado interior argentino. "De aire en aire", tal su nombre, incluye los bellos trabajos del rosarino Adolfo Nigro en homenaje al gran poeta entrerriano Juan Laurentino Ortiz, el entrañable y genial Juanele.

La programación de actividades para la segunda semana de vacaciones de invierno, pensada para el disfrute cultural de toda la familia, es otra nítida señal de las características del proyecto: priorizar las necesidades de la gente, que en este caso -tal cual atinadamente lo señalara el intendente Miguel Lifschitz- también incluye al creciente turismo que puebla la ciudad.

Al cumplimiento de tan valioso objetivo apunta el Museo, tal cual lo ha hecho desde el lejano 15 de noviembre de 1867 el diario que le dio origen. A partir del trabajo cotidiano y de la permanente autocrítica, que ha permitido recoger valiosas enseñanzas de la mirada dirigida hacia el pasado, se ha llegado a la conclusión de que corresponde implementar una política de puertas abiertas y acentuar cotidianamente la actitud de escucha. La comunidad rosarina, siempre en constante crecimiento, es la fuente principal de la cual se alimentan las páginas del Decano de la Prensa Argentina.

La misión del Museo, entonces, resulta transparente: estrechar lazos, fortalecer vínculos y exponer ante los lectores el modo en que se hace realidad el producto que tienen cada mañana en sus casas. Romper con el hermetismo, despejar misterios, diluir neblinas donde no tiene por qué haberlas, he allí las consignas vigentes: la tarea periodística se nutre de fórmulas propias pero se dirige hacia un fin que carece de secretos, cual es decir la verdad del modo más claro posible.

Museo y diario caminan de la mano en procura de obtener el máximo logro: la aceptación de todos los rosarinos.