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domingo,
16 de
julio de
2006 |
Misiles del grupo islamista cayeron a 35 km dentro de Israel, el punto más austral alcanzado hasta ahora
Bombardeos israelíes mataron a
34 libaneses, entre ellos 15 niños
Israel siguió atacando bases de Hezbolá, pero también rutas y puertos. Beirut reclamó un alto del fuego
Beirut. - Cazas israelíes bombardearon por primera vez el área central de Beirut y destruyeron los principales bastiones de los líderes del grupo extremista islámico Hezbolá, mientras esta formación continuaba lanzando cohetes contra el norte israelí, hasta una distancia nunca alcanzada hasta ahora. Las autoridades israelíes alertaron que la propia Tel Aviv podría ser alcanzada por los misiles libaneses. La ofensiva israelí resultó ayer particularmente cruenta, causando la muerte de al menos 34 libaneses, entre ellos 15 niños, muertos cuando un ómnibus fue alcanzado por un misil. El jefe de gobierno libanés, Fuad Siniora, reclamó a Naciones Unidas que imponga un inmediato alto del fuego.
Ninguna de las dos partes dio señales de retroceder con sus ataques, que comenzaron el miércoles cuando Hezbolá lanzó un asalto a través de la frontera y secuestró dos soldados israelíes, matando a otros ocho. Mientras las muertes de civiles se incrementaban, los esfuerzos diplomáticos para frenar la crisis tardaban en dar frutos.
El bombardeo por parte de Israel de puentes, caminos, puertos y aeropuertos, así como de objetivos de Hezbolá, es la ofensiva más destructiva desde la invasión israelí del Líbano en 1982 para expulsar a las milicias palestinas, que, como ahora Hezbolá, hostilizaban el norte de Israel.
Un misil israelí incineró ayer un mini-ómnibus que transportaba pasajeros en el sur del Líbano, matando a 20 personas, entre ellas 15 niños. Fue el más mortífero ataque de la campaña iniciada el miércoles luego del secuestro de los soldados por Hezbolá.
Pedido libanés
En un emotivo discurso televisado, el primer ministro libanés Fuad Siniora pidió a las Naciones Unidas gestionar una tregua inmediata para finalizar la ofensiva de Israel por tierra, mar y aire contra Líbano. A la vez hizo una importante oferta: se comprometió a reafirmar la autoridad gubernamental sobre todo el territorio libanés y sugirió la posibilidad de emplazar al ejército local en el sur, cosa que le reclama Israel. La región meridional es controlada desde hace años por Hezbolá. Con ello Líbano cumpliría con lo que le exigen la ONU, Europa y Estados Unidos. Pero esta medida, así como el desarme de Hezbolá, es resistida por Siria, país que hasta el año pasado ocupaba Líbano, y por Irán, proveedor de armas y dinero a Hezbolá, a la que se sospecha da también directivas.
Los cancilleres árabes se reunieron en El Cairo para analizar la situación, pero entraron en desacuerdo después de que los Estados moderados, encabezados por Arabia Saudita, denunciaron a Hezbolá por iniciar las agresiones (ver página 35).
En un indicio de que Occidente prevé que el conflicto tardará en resolverse, la embajada de Estados Unidos dijo que buscaba formas de enviar a Chipre a los estadounidenses que se encuentran en Líbano. Francia dijo que ya había decidido enviar un transbordador desde esa isla para evacuar a miles de sus ciudadanos. Gran Bretaña, por su parte, anunció que enviará al portaaviones Illustrious y a otra nave de guerra a la zona.
La policía libanesa afirmó que 34 personas fueron muertas ayer, por lo que la cantidad de libaneses muertos en los cuatro días de ofensiva ascendió a 107, la gran mayoría civiles. Del lado israelí, al menos 16 personas fallecieron, cuatro de ellas civiles y 12 soldados.
Los aviones israelíes demolieron el último puente que quedaba en pie de la principal carretera que conecta a Beirut con Damasco, sobre el río Litani, a unos 10 kilómetros de la frontera con Siria. En el ataque murieron tres civiles que conducían por el puente.
Por la tarde, las fuerzas de Israel atacaron el área central de Beirut por primera vez en los cuatro días de ofensiva, y alcanzaron un faro y el puerto de la ciudad. Un helicóptero de combate voló hacia la capital libanesa desde el mar y disparó un misil contra el faro. Este es un lugar muy conocido de la avenida costera Manara, donde la gente pasea en tiempos normales por las noches o corre en las mañanas.
Los ataques israelíes también alcanzaron silos de grano en el puerto, y la zona turística costera de Jounie, que alberga a una base militar libanesa. El puerto comercial de Beirut es aledaño al distrito céntrico, destruido en la guerra civil de 1975 a 1990.
Dos posiciones del ejército libanés en Amchit y Hamat, en la costa central, al norte de Beirut, también fueron alcanzadas, de acuerdo con funcionarios de seguridad. No quedaba claro por qué Israel parece ahora apuntar al ejército libanés, pero podría ser para destruir sus radares, después de que un misil de Hezbolá dañó el viernes una corbeta israelí (ver aparte).
Sin embargo el acento de la ofensiva se focalizaba en la dirigencia de Hezbolá, en el sur de Beirut y en la región de Baalbek, en el este del país.
Misiles cada vez más potentes
Hezbolá, por su parte, lanzó misiles cada vez más sofisticados y de mayor alcance hacia el norte de Israel. Los cohetes llegaron ayer por dos veces a Tiberíades, bastante al sur de Haifa. Fue el primer ataque a esa ciudad israelí, ubicada a 35 kilómetros del sur de la frontera, desde la guerra de 1973. No se registraron heridos.
Ante esta creciente amenaza, Israel desplegó ayer dos baterías de misiles Patriot en la ciudad de Haifa. Los misiles antimisil Patriot no se habían usado desde los ataques con Scud lanzados en la primera guerra del Golfo por Saddam Hussein.
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Fotos
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El cuerpo de un niño yace junto a los restos del minibus destruído por un misil.
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