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 domingo, 16 de julio de 2006  
Autorrealización: búsqueda personal

Decía el cineasta Billy Wilder que lo único que lo haría sufrir sería que le quitaran la cámara y no le dejaran hacer películas. El político Thomas Jefferson no podía vivir sin libros. El filósofo René Descartes aseguraba que vivir sin filosofar era como tener siempre los ojos cerrados. Es probable que, además del cine, la literatura o la filosofía, estos personajes tuvieran también sencillos placeres sin los que no podrían vivir, o que sin ellos su existencia sería más difícil.

Según los especialistas, la felicidad es un estado de ánimo placentero que suele acompañar la idea de que la vida merece la pena. Otros expertos en comportamiento humano añaden que la felicidad está compuesta de esos pequeños detalles sin los cuales nuestra existencia sería una sucesión de obligaciones.

Una vez satisfechas las necesidades fisiológicas básicas (sueño, sed, hambre ) y resueltos, como se puedan, los temas familiares, laborales, de vivienda y de relaciones sociales, para el hombre comienzan otras prioridades donde a la reflexión de "no puedo vivir sin?" cada cual responde con una variada gama de objetos y situaciones.

Resulta reconfortante pensar que no podríamos vivir sin amor o sin la seguridad que proporcionan la familia o el trabajo, pero el ser humano puede sobrevivir a casi todo tipo de carencias, tanto materiales como espirituales, pero de esta forma no llegaría nunca a la autorrealización ni al desarrollo integral de todas sus capacidades y potenciales. Al menos, esto es lo que aseguran especialistas como el psicólogo humanista Abraham Maslow, autor de la llamada pirámide de las necesidades, quien afirmaba que después de cubiertas las necesidades fisiológicas vienen las que empujan al hombre hacia la búsqueda de la seguridad, luego las del amor y pertenencia a un entramado social; posteriormente las de autoestima, hasta llegar a la cúspide de la pirámide: la necesidad prioritaria de la autorrealización que encierra la búsqueda de la verdad, la contemplación y la solidaridad con los demás.

Según los expertos, cuanto más industrializada y tecnológica se vuelve la sociedad, más aumenta el deseo de los individuos por reencontrar sus raíces naturales. Actualmente, son muchas las cosas sin las que no se puede vivir. Dependiendo de cada uno, la lista podría ser interminable.
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