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sábado,
15 de
julio de
2006 |
Lo que no fue
El CAT se inauguró hace casi tres años: el 28 de julio de 2003. Se habilitó con 40 plazas para recibir a un 50% de los menores detenidos en comisarías. El Ministerio de Gobierno, entonces a cargo de Carlos Carranza, anunciaba que el edificio se ha "adaptado a los requerimientos que establecen las Naciones Unidas para la protección de los menores privados de la libertad". De acuerdo a lo difundido oficialmente entonces, el predio permitía "alojar a 40 menores en condiciones dignas, con celdas iluminadas y provistas de gabinetes sanitarios, además de contar con dependencias especiales para la asistencia profesional, el desarrollo de actividades formativas y recreativas, y un patio central para esparcimiento y prácticas físicas".
El planteo también postulaba que el proyecto era que ese espacio, como lo define el nombre, debía ser un lugar de detención transitoria. Lo que chocó contra el fenómeno de desborde que supone para la Justicia de Menores una alta afluencia de causas en relación a las sentencias.
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