Antecedente

La referencia de una denuncia contundente contra Celulosa data de diciembre de 1998, cuando la organización internacional Greenpeace denunció a la firma por contaminar las aguas del río Paraná al identificar la presencia de numerosos contaminantes, muchos de los cuales fueron calificados “de carácter persistente, que no se degradan fácilmente”. En aquella oportunidad las muestras tomadas de las aguas fueron analizadas en el laboratorio de la Universidad de Exeter, en Inglaterra, y según los ambientalistas muchos de los elementos encontrados son como resultante de la utilización del cloro para el blanqueo de la pasta de papel. Los compuestos determinados en ese entonces, según el informe de la organización fueron cloroguaiacoles, dicloro y tricloro fenoles, metoxifenol, alquilbencenos, sulfuro de dometilo, hidrocarburos de cadena larga, y triclrometano. Sin embargo aquella demanda no avanzó en las investigaciones y poco a poco todo fue cayendo en el olvido, por lo que el reclamo fue reactivado a principios de este año con un original escrache.