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 domingo, 09 de julio de 2006  
Cannavaro, de recogepelotas a campeón

Berlín.- Fabio Cannavaro era un recogepelotas cuando Italia sucumbió ante la Argentina de Diego Maradona por penales, en su natal Nápoles, en las semifinales de la Copa Mundial de 1990.

Tenía 16 años entonces. El domingo, 16 años después, Cannavaro alcanzó el hito de su partido número cien con la selección y con la satisfacción de levantar el trofeo de campeón mundial.

“Siempre busqué que mis compañeros se mantuviesen serenos en los momentos difíciles. Han sido tantos (momentos difíciles) en siete partidos”, declaró Cannavaro tras la victoria 5-3 sobre Francia en una definición de penales luego de una igualdad 1-1 en los 120 minutos.

“La sensación que llevo adentro es indescriptible. Llevamos la copa de vuelta a casa después de tantos años. Estoy extasiado”, afirmó en alusión a que el último campeonato italiano se obtuvo en 1982.

Solamente Paolo Maldini (126) y Dino Zoff (112) le superan en partidos.

A Cannavaro le tocó ser el sucesor de Maldini como capitán tras el mundial del 2002, pero se ganó al equipo por su radiante sonrisa y su manera relajada, propia de un napolitano, de tomarse las cosas.

“Para alguien que fue un recogepelotas en Fuorigrotta en el '90 para la semifinal Italia-Argentina, y alcanzar el partido número cien en una final mundialista es la coronación de un sueño”, dijo Cannavaro, refiriéndose al estadio San Paolo por el nombre del vecindario en el que se encuentra ubicado.

“Sabía que este sería mi último mundial y le pedí a mis compañeros asegurarnos de alcanzar el hito aquí. Debo decir que me cumplieron de la mejor forma”, añadió.

Luego de las victorias, los azzurri celebran con canciones tradicionales que Cannavaro reproduce en su Ipod.

Con su compañero en la zaga central Alessandro Nesta lesionado, Cannavaro jugó en cada minuto de los seis partidos de Italia hasta la final.

Se asoció con tres diferentes compañeros en esa zona, moviéndose de la izquierda a la derecha dependiendo del sitio en el que el sustituto de Nesta se sentía más cómodo.

Los elogios se acumularon por doquier, incluso para que le diesen el Balón de Oro al mejor jugador del torneo, premio que rara vez se otorga a un defensor.

“Fabio Cannavaro fue el mejor jugador de este mundial”, dijo Maradona. “Cierto que fue un torneo sin un jugador dominante, pero Fabio fue inmenso”.

Con su estatura de 1,75 metro, Cannavaro viene a ser una miniatura en comparación a los defensores centrales de hoy en día. Pero cuenta con una gran habilidad para saltar sobre sus rivales en las pelotas por elevación y no tiene par a la hora de anticipar jugadas.

“Venía jugando bien en los últimos dos años, pero no me esperaba un mundial así”, declaró Cannavaro.

Este fue su tercer mundial y a los 32 años no contempla retirarse dentro de poco.

“En cuanto a físico, me he mantenido en condiciones excelentes”, dijo.

“Antes del mundial le dije que tenía la oportunidad de jugar su partido número cien con la selección si llegábamos a la final. Tenía 93 entonces, sacó la cuenta y ahora aquí estamos”, dijo el entrenador Marcello Lippi, quien lo consideró como el “mejor defensor del mundo”. (AP)


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