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 jueves, 22 de junio de 2006  
Condenan a un delincuente por un tiroteo con toma de rehenes

Un delincuente que en febrero de 2004 protagonizó, junto a un cómplice menor de edad, un sonado hecho delictivo con tiroteo y toma de rehenes incluído, fue condenado a cumplir una pena de siete años y seis meses de prisión, según lo dispuesto por el juez de Sentencia Nº4, Julio Kesuani.

El condenado, Víctor García, de 22 años, con la ayuda de un menor que en ese entonces tenía 17 años, habían entrado armados en horas del mediodía del martes 10 de febrero de 2004 al edificio de Moreno 1449 y en el palier amenazaron a Diana Navarro, de 40 años, a la que obligaron a subir hasta su oficina del tercer piso. Allí, la mujer fue golpeada y encerrada en una habitación. Entonces le robaron 270 pesos en efectivo, una cadena de oro, el teléfono celular y otras pertenencias.

No contentos con ello, y con precisos datos sobre su hijo, los maleantes le dijeron a Navarro que si no les entregba mil pesos antes de la noche iban a matar al chico. La entrega del dinero debía hacerse a las 3 de la tarde en el anfiteatro que se encuentra en bulevar Avellaneda y Tucumán, debajo del viaducto.

Tras liberarse, la mujer dio aviso de lo ocurrido a los investigadores de Seguridad Personal, quienes bajo la autorización del juez de Instrucción Carlos Triglia armaron la escena a montar bajo el viaducto con el fin de atrapar a los delincuentes.

Dos agentes simulando ser una acaramelada pareja, otro durmiendo la siesta en un banco, y algunos más desparramados por allí con máquinas filmadoras y fotográficas dieron marco al encuentro de Navarro y los extorsionadores.

A la hora indicada, bajo la atenta mirada de los policías y en el silencioso anfiteatro, Navarro simuló llegar sola. Los delincuentes la esperaban junto a la bicicleta negra en la que se movilizaban y que luego dejaron abandonada.

Cuando la mujer entregó a los maleantes el sobre en el cual deberían estar los mil pesos exigidos, y dio algunos pasos hacia atrás para salir de escena, los sabuesos dieron la voz de alto.

Los ladrones salieron corriendo, uno lo hizo hacia el norte con el propósito de alcanzar las vías que corren paralelas a la avenida Bordabehere, pero fue alcanzado y detenido por la policía. Su cómplice ingresó al supermercado Micropack, ubicado a pocos metros del lugar, después de atravesar a la carrera la playa de estacionamiento del comercio.

Pero una vez en el interior, el delincuente se detuvo al ver a un agente del Comando Radioeléctrico que cumplía con un servicio adicional y que se sorprendió tanto como los empleados y clientes del local.

Nancy Dávalos, una promotora que se hallaba trabajando fue tomada por el cuello por el maleante a modo de escudo humano.

Sin embargo, quizás asustado y acorralado, o tal vez persuadido por el agente de custodia del supermercado, el delincuente optó por largar a la joven y salir nuevamente a la carrera hacia el bulevar Avellaneda. Pero esta vez lo hizo disparando su arma.

Al frente de la playa de estacionamiento lo esperaban los agentes de Seguridad Personal. Entonces se generó un enfrentamiento en el cual el maleante cayó gravemente herido y fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez.
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