Una película argentina sacudió la modorra del Festival de Cannes

"Fantasma", de Lisandro Alonso, dividió las opiniones del público de la muestra

Aplausos intensos en la sala y duras críticas en el encuentro con el público recogió el filme argentino de Lisandro Alonso "Fantasma", presentado en la sección paralela no oficial "Quincena de realizadores" del Festival de Cannes.

Realizado sin guión y confiándose a la inspiración del día, Alonso muestra a los intérpretes de sus dos filmes precedentes, "La libertad" y "Los muertos", Argentino Vargas y Misael Saavedra, vagabundeando sin rumbo fijo por el teatro San Martín de Buenos Aires.

Mientras Vargas deambula por el edificio en espera de la proyección de "Los muertos", Saavedra parece más un duende que un fantasma al dejar traviesamente las puertas del ascensor abiertas o los grifos de los sanitarios chorreando agua.

Alonso, que afirma que con este filme cierra una etapa de su carrera, alude en el título no tanto a una presencia sobrenatural cuanto al proyecto de una idea que no parece concretarse nunca en la pantalla.

La película recuerda, por su falta de diálogos y el deambular fantasmagórico de sus escasos personajes, a "Adiós Dragon Inn", del realizador taiwanés Tsai Ming Liang, que en efecto Alonso reconoce como uno de los inspiradores de su obra.

Sin embargo, carece del espesor y de la fascinación que ejercía este homenaje al vacío aparente de un cine el último día antes del cierre, frecuentado no sólo por los clientes homosexuales del local sino también por los fantasmas de los actores que pasaron por su pantalla.

"La idea de mi filme surgió cuando me hicieron un homenaje en la vieja sala Lugones del Teatro San Martín, el único cine que respeto de Buenos Aires", afirmó Alonso saliendo de una sala que pocos momentos antes lo había aclamado, para enfrentarse a una platea de espectadores comunes que no habían entendido la película y se habían aburrido soberanamente con ella.

"Tener a mis dos actores ahí me hizo pensar en una película a realizar sin guión previo y sin ninguna idea de lo que iba a contar ni de cuánto iba a durar", expresó Alonso acerca de la génesis del filme, del que reconoce que "es difícil de comprender, por lo que entiendo a la gente que lo rechaza aunque creo que lo mejor sería que se fuera del cine en lugar de aburrirse quedándose".

"Con este filme experimento cosas que no había hecho antes y por eso es importante para mí y quizás no tanto para los espectadores", declaró, y agregó que "con mi nueva película, «Liverpool», me preparo a hacer un cine menos experimental, aunque sigue sin interesarme uno de narración pura".

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