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jueves,
25 de
mayo de
2006 |
El uso del preservativo II
La confusión y falta de experiencia de vida que demuestra Antonella Minisini en su carta (20/5/06) sobre el uso del preservativo es notable. Ella separa lo que es el "vínculo de amor y confianza", por un lado, que dice se puede tener con la pareja estable, relación que admite brinda seguridad contra el HIV, de la "vida sexual activa sea con alguien del mismo sexo, del opuesto o de ambos", que afirma "todo ser humano puede tener", y que se debe proteger usando preservativos. Lo dice como si tener ambas vidas en forma paralela fuera una conducta sana, común y corriente, pretendiendo ocultar que la homosexualidad es una enfermedad, que es la verdadera causa de la propagación que hacen del virus por los adictos al sexo contra-natura. Pero lo más llamativo: ¿como es posible creer que puedo tener una relación de amor y confianza con alguien si me considero libre de tener sexo con quien quiera? El sexo es precisamente el nexo más íntimo entre dos personas que se aman. Si lo más íntimo que tengo para darle a mi pareja me permito regalarlo por ahí a cualquiera, entonces no tengo una relación de confianza con mi pareja, porque en realidad no lo amo, sino que uso su afecto cuando me conviene, egoístamente, y donde hay egoísmo no hay verdadero amor. Hace mucho que no uso el diccionario pero no creo que haya cambiado el significado de las palabras: amor, pareja, estable, fidelidad, confianza, sexualidad, activa, homosexualidad, enfermedad, adicción, preservativo y confusión.
María Mercedes Ordones
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