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jueves,
25 de
mayo de
2006 |
Todoterrenos
Un Range Rover con salsa picante
Land Rover presentó en Argentina la versión Sport de su lujoso 4x4.
Incorpora un motor Jaguar Supercharged V8 de 390 caballos
Land Rover presentó en Argentina la versión Sport de su modelo tope de gama: el Range Rover, con especiales detalles de diseño que le otorgan un aire más deportivo. Como gran novedad incorporó el motor V8 de 4,2 litros Supercharged que le roba a Jaguar (recordar que ambas marcas de origen británico pertenecen a Ford Motor Company). Esta versión Sport, que además se presenta con una motorización turbodiesel V6 de 2,7 litros, se posiciona en precio entre el Range Rover a secas y el hermano menor Discovery 3.
El Range Rover Sport deriva en su estilo y diseño del concept Range Stormer, que fuera exhibido en el Salón de Detroit de 2004. La versión Sport de producción vio la luz en el Salón de Ginebra del año pasado, y posteriormente el público argentino pudo conocerla en el Salón de Buenos Aires de junio de 2005.
Si bien la Sport es menos costosa que la Range Rover, lo que pierde en lujo la versión Supercharged lo gana en potencia y performance. Así es gracias al motor Jaguar 4.2 V8 sobrealimentado, de 390 CV de potencia y un par máximo es de 550 Nm, que le permite alcanzar los 225 km/h de velocidad máxima, limitada electrónicamente. La Sport también está disponible con motor turbodiesel TDV6 de 2,7 litros, con un par máximo de 440 Nm. La gama Range Rover se completa con la versión más lujosa -no Sport- que trae motor V8 de 4,4 litros de aspiración atmosférica.
En ambas motorizaciones de la Sport, la potencia se aplica al piso mediante las cuatro ruedas y através de una caja de cambios ZF automática, inteligente, de seis velocidades, con programa deportivo, y la posibilidad de modo secuencial command shift que permite un accionamiento manual.
El sistema de tracción es el Terrain Response de Land Rover, que permite al conductor elegir entre cinco modos de terreno con un comando en la consola central. En cada programa se modifican automáticamente las múltiples funciones electrónicas del vehículo, entre ellas la altura de la suspensión, el control de descenso, el control electrónico de tracción, la transmisión y el par motor.
Por el lado del diseño, se destacan las salidas de aire laterales tipo branquias que, junto a la parrilla de barras perforadas, optimizan el flujo de aire en el interior del vano motor.
También llaman la atención las enormes llantas de 20", los spoilers delanteros y traseros, falderos laterales, y un alerón montado sobre el portón trasero. Respecto del Range Rover ordinario, se eliminaron las esquinas almenadas del capot y se aumentó la inclinación del parabrisas.
La carrocería es de cinco puertas (el concept Stormer era de tres), con un portón de aluminio de una sola pieza.
Por dentro, el habitáculo está diseñado en torno al conductor, con una consola central alta y curvada, los asientos están tapizados en cuero perforado, con apoyabrazos y terminaciones premium en madera y metal.
El equipamiento incluye detalles tecnológicos como el control de velocidad crucero adaptable (por primera vez en un Land Rover) que permite que el vehículo frene y acelere para mantener la velocidad y distancia seleccionadas sin intervención del conductor; los faros delanteros bi-xenon adaptativos y la última generación de navegación satelital.
Esta versión Sport cuesta 85 mil dólares con motor TDV6 y 115 mil para el V8 Supercharged. Así, queda posicionada en precio por debajo del más lujoso Range Rover 4.4 V8 aspirado de 135 mil dólares y por arriba del Discovery 3 más caro de 81 mil.
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