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domingo,
23 de
abril de
2006 |
Legados de Cuyo
Tras la huella
de los dinosaurios
La Rioja, San Luis y San Juan forman un corredor que sigue los hallazgos de restos fósiles de antiguos saurios
Los Parques Nacionales Sierra de las Quijadas (San Luis), Talampaya (La Rioja) y provincial Ischigualasto (San Juan), constituyen un importante polo de atracción turística internacional. El proyecto para unirlos se denominó "La ruta de los dinosaurios" y es alentado por las tres provincias para convertir a estos espacios naturales en los parques cretásico y triásicos argentinos.
Estas áreas naturales encadenadas son eslabones de un corredor eco-turístico inédito en el mundo. Protegen, ponen en valor y conservan, en 458 mil hectáreas, un patrimonio natural de valor universal, que contiene a la la Era de los Reptiles o Edad de los Dinosaurios.
Constituyen de esta forma un enorme legado geológico y paleontológico de los últimos 245 millones de años del planeta. Su lectura científica permite recorrer geografía, fauna y flora de aquella época.
Allí vivieron y dejaron su impronta los grandes dinosaurios y los pterosaurios alados, encontrándose fósiles que testimonian desde su evolución, nacimiento, apogeo y desaparición de la tierra.
Los paisajes de Sierra de las Quijadas, Ischigualasto y Talampaya son una de las maravillas naturales más impresionantes de Sudamérica, que conservan importantes yacimientos poseedores de valor universal, reconocidos por la Unesco como patrimonio natural de la humanidad.
Parque Triásico
En la provincia de San Juan fue la Universidad Nacional, a través del Museo de Ciencias Naturales, la que se dedicó de lleno a rescatar los restos de dinosaurios que corretearon por nuestro suelo.
En el Valle de la Luna, conocido por los geólogos como Cuenca Triásica de lschigualasto, afloran una serie de antiguos sedimentos que pertenecen a un período geológico de unos 45 millones de años.
En el área de Ischigualasto se ha preservado una abundante fauna, especialmente del Triásico medio y superior. Las unidades geológicas ricas en fósiles de vertebrados terrestres son la formación chañares del Triásico Medio, la formación Ischigualasto y la de los Colorados del Triásico Superior. Cada una de estas formaciones geológicas se diferencian por poseer una paleocomunidad faunística propia.
La formación Ischigualasto es la más rica de las tres debido a la cantidad, variedad y calidad de los fósiles que allí se encuentran. El ambiente durante el tiempo de depositación de la formación Ischigualasto fue similar a lo que actualmente es una sabana africana, con zonas de plantas que cumplían la función de las actuales gramíneas, alternadas con bosques de pinófitas y acacias coníferas.
La importancia de la fauna de Ischigualasto no se limita a la diversidad de formas preservadas, sino también porque explica uno de los capítulos más interesantes de la historia evolutiva de los vertebrados. Ischigualasto ha preservado restos fósiles que documentan el origen de los mamíferos y de los dinosaurios.
La imaginería denominó las formas de Ischigualasto, el gusano, valle pintado, cancha de bochas, el submarino, el hongo y las barrancas coloradas.
Para el turismo posee la casa de los guardaparques y un pequeño museo del sitio.
El circuito dentro del Parque Nacional Ischigualasto es de 40 kilómetros y demanda alrededor de cuatro horas recorrerlo con un guardaparque como guía. Para aquellos que optan por pasar la noche cerca del Valle de la Luna, las localidades cercanas son San Agustín del Valle Fértil y Villa Unión.
La excursión no está completa sin conocer el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, ubicado en avenida España 400, de esa ciudad, donde se depositan la mayoría de los hallazgos. Los viajeros encontrarán gran variedad de rocas y minerales, esqueletos fósiles de reptiles y dinosaurios, un laboratorio en vivo en el que los técnicos preparadores de fósiles realizan sus tareas a la vista del público y rincones didácticos con encastre y rompecabezas.
El Talampaya
A lo largo del cañón del Río Talampaya se encuentran milenarios bosques de algarrobo enmarcados entre paredones de casi 100 metros de altura. Hay depósitos sedimentarios del Pérmico y del Triásico ricos en fósiles, especialmente de anfibios y reptiles,además de muestras de arte rupestre.
Las paredes del Parque Nacional Talampaya, erosionadas por el viento y la lluvia, condensan 250 millones de años de historia geológica. En sus 215.000 hectáreas se descubrieron restos del denominado Lagosuchis talampayensis, uno de los dinosaurios más antiguos que vivió en el lugar hace 250 millones de años, y tortugas fósiles, como Palaeocheris talampayensis, con una antigüedad de 210 millones de años.
Bajo el sol, siempre presente en el paisaje del cañón, se perfilan formas que la erosión deja como legado. Formaciones como el rey mago, el monje, el camello, la catedral, las agujas y las torres son los más reconocidos, y se destaca un jardín botánico natural donde se encuentra la flora autóctona del parque.
Las Quijadas
En el Parque Nacional Sierras de las Quijadas, ubicado a 120 kilómetros de la ciudad de San Luis, se han encontrado restos fósiles de dos especies de pterosaurios o lagartos alados. Es uno de los parques más nuevos, creado en 1991.
Los senderos habilitados permiten transitar por acantilados, farallones, cornisas y terrazas, que permiten ver el labrado producido por la naturaleza a través de los siglos. Es imperdible el anfiteatro natural por el que recorre un pequeño arroyo rodeado de cerros de 1200 metros de altura, y el Potrero de la Aguada. Su superficie, de 150 mil hectáreas, resguarda rastros de los indios huarpes, que habitaron la región.
Hacia la Patagonia
En Neuquén, la Universidad Nacional del Comahue hizo los primeros trabajos de recuperación del patrimonio fósil. Para atenuar los problemas presupuestarios se decidió construir una estructura cubierta sobre una excavación apta para turistas.
El yacimiento paleontológico lago Barreales se presenta como "la única excavación sobre dinosaurios abierta al público". Está ubicada en la zona de Loma de la Lata, dentro de los territorios de la comunidad mapuche Paynemil.
Los visitantes pueden ver el trabajo de los técnicos y aprender con los guías especializados sobre la fauna que hace millones de años habitó la región. El lugar está conducido por un equipo de paleontólogos del Museo de Geología y Paleontología de la Universidad Nacional del Comahue, dedicados desde 1987 específicamente al estudio de los dinosaurios de Norpatagonia.
El yacimiento se encuentra a 95 kilómetros de la ciudad de Neuquén y puede visitarse todos los días.
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Fotos
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Farallones, piedras y sedimentos guardan la historia de 245 millones de años.
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