Marchas en Los Angeles

Los Angeles.- Encabezadas por la familia de un adolescente que se suicidó, miles de personas marcharon ayer hasta la sede del gobierno de Los Angeles para exigir reformas que permitan a los inmigrantes ilegales permanecer en EEUU.

Amigos y parientes de Anthony Soltero, de 14 años, estuvieron al frente de la manifestación y la concentración. El joven se suicidó con una escopeta luego que el subdirector de su escuela le advirtiera que sería sancionado por abandonar el recinto educativo el día de una protesta por reformas en favor de los indocumentados.

La policía calculó que ante el ayuntamiento de Los Angeles se reunieron unas 3.000 personas, una cifra muy inferior a las multitudes que en semanas pasadas han asistido a otras manifestaciones sobre la inmigración ilegal.

En la concentración, los oradores pidieron la amnistía para los millones de indocumentados en el país y recordaron el anunciado boicot ("Un día sin inmigrantes") del 1º de mayo en el trabajo y los establecimientos educativos.

Los manifestantes ondeaban banderas mexicanas y estadounidenses y los más jóvenes portaban letreros provistos de mensajes en inglés y español con leyendas como "Nuestros padres no son terroristas".

Cientos de miles de personas, incluidos numerosos estudiantes y trabajadores ilegales, han participado en las marchas realizadas desde el mes pasado en varias ciudades de EEUU para protestar por los proyectos de ley que prevén endurecer la política de inmigración. Algunos de los alumnos participantes han sido suspendidos por faltar a clases.