Las medidas de Kirchner

Las fuertes intervenciones del presidente Néstor Kirchner sobre el mercado de la carne son avaladas a grandes rasgos por Giberti, porque considera que en definitiva "la ganadería es parte del sector económico y se trata de un problema social que exige cambios sostenidos desde una firme fuerza política con claridad de objetivos". Consultado sobre hasta qué punto sirven las sugerencias técnicas cuando en rigor la carne sólo baja cuando el Estado interviene, Giberti indicó que "hay que fomentar la producción primaria sin renunciar a instrumentos regulatorios incluyendo eventuales vedas".

Puntualmente, los pedidos de Kirchner para que la gente no consuma carne, le parecen "muy bien", aunque cree que debería complementarse con una campaña de educación que oriente el consumo, siempre y cuando no haya especulaciones con el precio de los sustitutos como el pollo o las legumbres.

Lo que parece faltar "es una planificación con objetivos claros, de acuerdo a la orientación del gobierno, porque a veces se malinterpreta el consenso, que es necesario, pero no debe subordinarse a la opinión de entidades que muchas veces no son inocentes y aunque sean honestas responden a intereses y visiones parciales", dijo. Por eso, consideró que "un gobierno democrático no debe pedir permiso para gobernar y debe hacer valer la voluntad política para hacer realidad lo que cree es el bien común".