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 domingo, 02 de abril de 2006  
Asaltan a una pareja, abren fuego y hieren a otra mujer en el pecho
Los vecinos advirtieron el robo al matrimonio, que tenía su beba en brazos, y pusieron en fuga a los ladrones. Al huir uno se cubrió con un tiro: le perforó un pulmón a una joven de 25 años que estaba atendiendo una pollería

Ariel Etcheverry / La Capital

Griselda Digiácomo, una joven de 25 años y madre de dos hijos, no sabía realmente lo que sucedía a menos de 20 metros del lugar donde estaba. Mientras ayudaba a su hermana en su negocio de barrio Ludueña escuchó un griterío y corrió hacia la esquina para ver qué pasaba. Apenas llegó al cruce de Humberto 1º y el pasaje Madrid un balazo le pegó en medio del tórax y la puso al borde de la muerte. Tres ladrones que habían asaltado a una pareja, efectuaron un disparo para cubrir la fuga ante la violenta reacción de un grupo de vecinos que, al advertir el atraco, salió en defensa de las víctimas. El proyectil alcanzó a la mujer quien logró sobrevivir, pero sufrió la perforación de un pulmón. Anoche se encontraba estable, pero su vida aún corría riesgo, según contó un familiar. La policía detuvo horas después del incidente en una villa cercana a un pibe de 14 años con numerosos antecedentes como uno de los presuntos delincuentes.

El violento episodio desató la indignación de los vecinos de Ludueña que protestaron ante La Capital por la lentitud de la policía y de las ambulancias en llegar al lugar. Según contó ayer al mediodía un grupo de ofuscados habitantes en Humberto 1º al 1700, la mujer herida estuvo más de media sin recibir atención médica y los primeros móviles policiales tardaron 40 minutos en llegar. Además, de acuerdo a lo que denunciaron, personal de la seccional 12ª, en cuya jurisdicción ocurrió todo, se constituyó en el lugar recién cuatro horas después. El clima de nerviosismo era tal el viernes a la noche que los primeros policías en llegar al sitio fueron increpados duramente por varias personas.

Los habitantes del vecindario denunciaron que un uniformado les apuntó con su Itaka cuando ellos lo increparon por la débil respuesta del Comando Radioeléctrico ante los reiterados llamados telefónicos luego de ocurrido el hecho. "Nos cortaban. Nos decían que había que tener paciencia, que la ciudad es grande. Demoraron 40 minutos en llegar. Todos llegaron tarde. Las ambulancias también. Esta chica estuvo más de media hora tirada en el piso, de casualidad no se murió por falta de atención. Todo fue un desastre", bramó un grupo de vecinos cuando este diario se acercó al lugar para conocer detalles de lo ocurrido.

Todo comenzó, cerca de las 20.30, con el asalto que sufrió una pareja y su pequeña hija de un año y cuatro meses. Roque, Paola y la bebé Caterina regresaban en auto a su casa de pasaje Madrid al 200, casi esquina Humberto 1º. Cuando el muchacho estacionó el Ford K sobre la vereda, apuntando la trompa hacia la cochera, la joven mamá bajó con su hija en brazos para abrir el portón. En ese momento, cuando Paola ya estaba fuera del coche y buscaba las llaves en un bolso, aparecieron tres jóvenes en bicicleta. "Dame todo lo que tenés", le gritó uno mientras le apuntaba con un revólver.

"Los vi llegar. Iban en bicicleta y cuando me dirigía a abrir el portón se acercaron y me encañonaron con un arma. Les dije que les daría todo, la cartera, el celular. Pero en un momento, cuando buscaba algo para darles, uno me arrebató a la nena de los brazos. Creí que me moría", manifestó Paola. Esa acción de uno de los delincuentes hizo que Roque saliera como un rayo de adentro del coche ante la posibilidad de que le pasara algo malo a la bebé. A todo esto, varios vecinos de la cuadra escucharon los gritos de la pareja peleando con los ladrones y salieron de sus casas para defenderlos.

"Cuando vieron que se les venía la gente encima, y que un hombre les arrojaba piedras, directamente arrojaron la beba al piso y comenzaron a correr", contó Roque. Frente al desbande los delincuentes salieron por el pasaje España en dirección a calle Ludueña. Unos segundos antes, Griselda Digiácomo, estaba en la pollería que queda está a menos de 30 metros del lugar donde se produjo el asalto, por Humberto 1º al 1700. Ayer al mediodía, su hermana Gisela, que es la dueña del local, estaba quebrada anímicamente. "Siento un poco de culpa porque yo le pedí que viniera a darme una mano en el negocio. Ella está separada y vive en de las chalecitos nuevos del Fonavi de Casiano Casas. De vez en cuando viene a ayudar y yo le pago unos pesos. Y mirá lo que pasó", dijo sin poder contener las lágrimas.

Gisela, junto a unas vecinas que se acercaron para darle fuerzas, señaló que a esa hora del viernes estaba junto a Griselda en la puerta del negocio. "En un momento entró una clienta. La atendí yo. Ella (por su hermana) se quedó en la puerta. A los pocos minutos escuché unos gritos y alguien entró corriendo al negocio y me dijo: «Le pegaron un tiro a tu hermana». Cuando llegué a la esquina, la encontré tirada en el piso con un manchón de sangre en el pecho".

Los vecinos que hablaron indicaron que la joven cayó herida cuando los delincuentes escapaban y cubrieron su fuga con un disparo. "Al parecer, tiraron al voleo, pero la bala rebotó en algún lugar y le dio a la chica en el pecho", precisó una fuente policial. Gisela sostuvo que su hermana tiene un nene de 4 años y una nena de dos. "El más grande vio casi todo, la más chica no, pero está preguntando por su madre a cada rato y no sabemos qué decirle", agregó la joven comerciante.

Griselda estuvo cerca de 40 minutos sin ser atendida. Los vecinos de la cuadra se comunicaron varias veces con el Comando Radioeléctrico y el servicio público de urgencias (Sies) y nunca obtuvieron respuestas. Finalmente una ambulancia privada trasladó a la chica al Hospital Centenario, donde detectaron que tenía un pulmón perforado y la bala alojada en el cuerpo.
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Roque con Caterina en brazos, su esposa Paola y varios vecinos.

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