Un operativo con muchos recaudos

Las autoridades policiales diagramaron un dispositivo de control para evitar el cruce de hinchadas

Para la Confederación Sudamericana no era riesgoso jugar el clásico de la Copa Sudamericana de noche y la cosa terminó mal. Después de aquel antecedente penoso, donde los que más sufrieron la consecuencia de los violentos fueron los comerciantes de bulevar Avellaneda, Central y Newell's vuelven a enfrentarse en Arroyito. Y además de la ventaja de que la AFA lo hará jugar bien temprano, esta vez se tomaron más recaudos de los acostumbrados para que la jornada transcurra en calma.

Hace rato que se controla bastante bien que no se junten hinchas en las inmediaciones del estadio, ya sea en el Gigante como en el Coloso. Pero los encargados del numeroso operativo esta vez debieron considerar a los violentos que aprovechando la masa cometen desmanes. Y en particular ejercerán un estricto y amplio operativo de control sobre Avellaneda.

De hecho, los hinchas rojinegros sólo podrán entrar y salir por esa arteria (habrá paneles de madera en los cruces de calles para evitar que se desvíen), por lo que los efectivos podrán controlar mejor el orden, ya que no tendrán que moverse por las calles interiores de Arroyito y concentrarán allí sus fuerzas. Por eso es tan importante que no haya desbordes, para que los hinchas pacíficos que son mayoría, no queden atrapados.

En Del Valle Ibarlucea habrá un primer cacheo de ingreso y nadie podrá pasar sin su entrada, mientras que en la llegada al Gigante, que será por cortada Fernández, habrá otros más.

Los simpatizantes auriazules entrarán por el parque Alem y serán controlados en el pasaje Bogotá y en otros dos puestos antes del ingreso a populares y plateas de ese sector por Cordiviola. Los que vayan a la platea del río ingresarán por el estacionamiento y pasarán por la puerta 5, que está dentro del Gigante de Arroyito.

Habrá en total 1.200 efectivos en el operativo de seguridad, entre agentes policiales y de la GUM, y estará controlado por el comisario inspector Eduardo Aucar. Todo está listo para que sea una fiesta. El resultado no da derecho a ninguno a descargarse de cualquier manera. Si así se entiende, no hay por qué pensar que no se pueda vivir un clásico en paz.