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 domingo, 02 de abril de 2006  
El candidato nacionalista se mantiene en el primer lugar en las intenciones de voto.
Como Hugo Chávez, Humala busca un cambio revolucionario en Perú
El militar retirado es apoyado por los sectores más pobres. Temor de los inversores por su discurso antiliberal

Moquegua, Perú.- Montado sobre un caballo, el nacionalista Ollanta Humala y favorito para la presidencia de Perú llegó a uno de sus bastiones políticos del país y saludó a sus seguidores. Mientras recorría las estrechas y pobres calles de Moquegua agitando un sombrero típico, centenares de pobladores coreaban "Ollanta presidente" y seguían el trote del caballo sin importarles el fuerte calor de la zona que vive principalmente de la minería, el sector productivo más importante de Perú.

Humala, un militar retirado y temido por los inversores por su radical discurso contra el libre mercado, parece haber calado la esperanza de muchos peruanos pobres, que afirman que el auge económico sólo ha elevado la desigualdad en el país. Perú registró el año pasado una expansión económica de un 6,7%, la mayor en ocho años, básicante por la exportación de sus minerales, pero la pobreza golpea aún a la mitad de los 27 millones de habitantes del país.

"En realidad lo que busco es una revolución en Perú, quiero que la prosperidad llegue a las familias más pobres", dijo Humala durante su gira proselitista, en el tramo final para las elecciones presidenciales y legislativas del 9 de abril.

Fue en Moquegua, en el sur de Perú, donde el nombre de Humala salió del anonimato al encabezar en 2000, desde el cuartel de Locumba, una frustrada rebelión militar contra el agonizante gobierno del presidente Alberto Fujimori. El gobierno de Fujimori, ahora detenido en Chile con un proceso de extradición solicitado por Perú, tambaleaba entonces en medio de un gran escándalo de corrupción. "Yo quiero democratizar el trabajo, la educación, la salud y ese es un cambio revolucionario. Lo que se ha democratizado aquí en el país es la pobreza, la corrupción y la injusticia social. Eso es lo quiero cambiar", afirmó Humala.


¿Dictadura de ricos?
Según los analistas, el candidato nacionalista es una expresión más de los movimientos de izquierda de América latina, decepcionada de las políticas de libre mercado. Humala ha declarado su simpatía por el presidente venezolano Hugo Chávez, un abierto opositor de EEUU, así como por el líder indígena Evo Morales, quien ganó en diciembre la presidencia de Bolivia con la promesa de nacionalizar la vital industria de hidrocarburos de ese país.

En Perú, Humala ha amenazado con nacionalizar los sectores "estratégicos" de la economía como el gas, los servicios públicos y el transporte de mercancías en los puertos. "Necesitamos reconstruir el país. Nuestras riquezas están comprometidas a las trasnacionales que no quieren pagar impuestos y por eso revisaremos sus contratos", dijo Humala.

El discurso contra los "grupos de poder" es un tema obligado en las presentaciones de campaña de Humala, quien asegura que elevará los impuestos a las ganancias de las grandes empresas para destinarlos a reducir la pobreza.

Humala tiene un máximo de 33% de las intenciones de voto, mientras que la conservadora Lourdes Flores cuenta con un 26,8% y el ex presidente socialdemócrata Alan García con un 22%, según recientes encuestas.

Humala, cuyo padre afirma que es descendiente de sacerdotes incas, no sólo busca una revolución económica, sino también social y hasta étnica, en un país donde los indígenas son la mayoría. "Quiero en las fuerzas armadas ver a un soldado con apellidos Kuczynski, Belaunde y tener a un comandante o a un general apellidado Mamani (de origen indígena)", refirió. El candidato mencionó esos apellidos en alusión al actual primer ministro Pedro Pablo Kuczynski y al ex presidente Fernando Belaunde, descendientes de extranjeros.

En la plaza principal de Moquegua los seguidores de Humala le pedían que se quedara un poco más, mientras que un grupo de jóvenes y adultos, vestidos con ropa militar, gritaban que eran reservistas del ejército dispuestos a apoyar al candidato.


Estilo bolivariano
Chávez, enemigo de las políticas neoliberales, sostiene que Venezuela vive una revolución y admira al gobierno comunista del presidente cubano Fidel Castro.

Los peruanos parecen mirar a Humala, a quien sus rivales acusan de autoritario y critican por su encendido discurso, sin preocuparse por el sentido de la democracia en el país.

Un estudio realizado por el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dijo recientemente que seis de cada 10 peruanos no saben qué es la democracia o no les importa que prevalezca este sistema de gobierno en Perú.
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Ollanta saluda a sus seguidores durante una gira proselitista.

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