Los estrenos bajo la lupa de Escenario

"Tapas": Cosas de la gente común
Calificación: 4 estrellas
Intérprete: Alberto de Mendoza.
Dirección: J. Corbacho y J. Cruz.
Género: comedia
Duración: 94 minutos
Salas: El Cairo, Showcase y Village Cines

No siempre sale bien, pero esta vez los directores José Corbacho y Juan Cruz alcanzaron plenamente su objetivo de entretener sin recursos narrativos extremos y con buenas actuaciones, al entrecruzar las historias de un grupo de gente de un barrio de Madrid que en primera instancia sólo tienen en común su condición de clientes de un bar de tapas. Eficientes actores poco conocidos para los argentinos, a excepción de Alberto de Mendoza, dan vida a los personajes. Uno es el autoritario dueño del local que no asume los malos tratos a los que somete a su esposa ni sus propias limitaciones; otro, una divorciada que busca amores en Internet. Hay también un matrimonio de jubilados solitarios y enfermos y dos jóvenes empleados de un supermercado que aprenden a mostrar sus costados más humanos cuando sus vivencias empiezan a cruzarse. Una buena película con una fluidez casi televisiva que no desmerece el producto final.

U. G. Mauro / La Capital

"Derecho de familia": En el nombre del padre
Calificación:3 estrellas
Intérpretes: Daniel Hendler, Julieta Díaz y Adriana Aizemberg.
Dirección: Daniel Burman.
Duración: 102 minutos.
Género: Comedia dramática.

“Derecho de familia” aspira a reflejar el ejercicio de la paternidad como una especie de rutina cotidiana, un hecho fortuito o deliberado al que sus actores se sienten naturalmente impulsados a responder de la mejor forma posible. Claro que las cosas no siempre resultan como se espera. Ni para el padre ni para el hijo. Y de eso se trata el filme de Daniel Burman: de la fantasía de los hijos que creen que su padre no es el correcto. Con humor, el director intenta contar lo que en algún momento puede parecer una tragedia. El filme del realizador que tantos logros acuñó con “El abrazopartido” aborda la relación de los personajes centrales, un abogado mayor que parece haber marcado un destino en la misma profesión para su hijo. Burman no presenta el tema como un conflicto irresoluble. “Derecho de familia” no disfraza su simplicidad con planteos de drama sicológico, sino que apela a los afectos y la razón, y eso es lo bueno.

Rodolfo Bella / La Capital

"Terror en la niebla": Perdidos en la nebulosa
Calificación: 2 estrellas
Intérpretes: T. Welling y M. Grace.
Director: Rupert Wainwright.
Género: Terror.
Duración: 103 minutos.
Salas: Monumental, Showcase, Village Cines.

En una pequeña y tranquila isla todo puede suceder, también lo peor. “Sangre por sangre”, había sentenciado un antepasado que fue traicionado en un barco por los fundadores de esa población, un siglo atrás. Y ahora había llegado el momento de vengarse. De manera fantasmal, a través de una niebla asesina, van sucediendo muertes misteriosas en la isla. Pero el director Rupert Wainwright no supo encontrarle el suficiente tempo dramático ni el tono tenebroso para que el filme cobre intensidad y genere miedo, función sin equanom para una película de terror. Además de lo previsible de la historia, la inexpresión de los protagonistas Tom Welling (el Superman de “Smallville”) y Maggie Grace conspira contra el producto final. Esta remake de “La niebla”, de John Carpenter, productor del filme de Wainwright, navega sin timón en la nebulosa y cae en la larga lista de filmes de Hollywood que poco aportan al universo cinematográfico.

Pedro Squillaci / La Capital

"La mujer de mi hermano": Extraño vínculo de familia
Calificación: 1 estrella.
Intérpretes: B. Mori y M. Cardona.
Dirección: Ricardo Montreuil.
Género: drama.Duración: 88 minutos.
Salas: Del Siglo, Monumental y Village Cines.

Basada en la novela del peruano Jaime Bayly, la historia de “La mujer de mi hermano” se basa en un amor prohibido entre cuñados, que desemboca en una previsible crisis familiar. A priori el tema es interesante y ya fue tomado como base por diversos autores y cineastas, Jorge Luis Borges incluido (“La intrusa”, que llevó al cine el director Carlos Hugo Christensen). Pero no es este el caso de una recurrencia feliz. La historia está planteada de un modo tal que roza el ridículo y la versión cinematográfica definitivamente se estrella contra él. En el filme de Ricardo Montreuil lo inverosímil se presenta como corriente, y así lo inesperado se convierte en cuasi-cómico. Las relaciones incestuosas, homosexuales y adúlteras pretenden crear una atmósfera de alto voltaje erótico, pero terminan naufragando en un mar de diálogos propios de un novelón de las cuatro de la tarde. La historia tambalea y cae, definitivamente, mucho antes del final.

Marcelo Menichetti / La Capital