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 sábado, 01 de octubre de 2005  
"Un cine que dejó de imitar a los vecinos"

Rodolfo Bella / Escenario

¿Qué importancia tiene que "El aura" sea candidata al Oscar? El pequeño revuelo que se genera en torno a las elegidas para ese premio tiene la adrenalina de suponer que "el mundo" asistirá a una revelación que afectará a la galaxia. No es para tanto, pero es bastante para una industria que necesita ser competitiva. En algún momento todo se salió de cauce. Después de la sorpresa (y enojo) que generó la selección de "Manuelita" en 1999, hubo replanteos y un necesario cambio de rumbo. La posterior nominación de "El hijo de la novia", en 2001, o la elección de "El abrazo partido" para representar el año pasado a la Argentina en Hollywood indicaron que había posibilidades de presentarse ante "el mundo" con credenciales distintas a las de la simpática tortuguita. Aunque finalmente irá la película de Fabián Bielinsky, las especulaciones previas le daban chances a "Elsa y Fred", "Iluminados por el fuego" o "Whisky, Romeo, Zulú", una situación estimulante desde todo punto de vista. El rodaje de un melodrama romántico y con humor sobre una anciana enamoradiza, una tragedia aérea, la revisión de una guerra absurda o un thriller psicológico, son señales de que algo cambió para bien. Y el público con su asistencia a las salas confirmó que se estaba en el buen camino. Hace algunos años las palabras "cine" y "argentino" juntas eran un motivo para correr para otro lado. Hoy eso ya no ocurre. El cine nacional que pretende superar viejos prejuicios dejó de mirar modelos europeos o estadounidenses. Ya no se filma sólo para fanáticos de cine club. A la gente suele no gustarle las salas semi vacías, y a los empresarios, productores y directores, menos. Pero tampoco se rueda sólo entretenimiento, que no está mal, pero siempre es buena la diversidad y cierta organicidad, y la prueba es la creación de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Argentina. Quizás el tiempo dejó su traza y los directores tomaron nota de la realidad. Sometieron su trabajo a un proceso de decantación natural, comprendieron que el rubro explosiones y efectos especiales lo cubre muy bien Hollywood. Tal vez el calificativo "honesto" sea el más adecuado para el cine argentino actual. Como todo producto genuino y con identidad, finalmente resulta creíble.


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