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 sábado, 01 de octubre de 2005  
La perspectiva antropológica en el campo educativo
Elena Achilli: "Las escuelas son cada vez más homogéneas socialmente"
Para la educadora de la UNR no es casual que en un momento de gran fragmentación se exalte tanto el tema de la diversidad

Matias Loja

La problemática educativa es pertinente de ser abordada desde una variada gama de enfoques. Y desde el campo particular de la antropología, la educación ha sido también motivo de análisis e indagación acerca de los procesos de transmisión de conocimiento de las sociedades. Así, y según la especialista Elena Achilli, "el tema educativo, desde una perspectiva antropológica, trasvasa lo que es la escolaridad, porque en general esta disciplina entiende la educación como una cuestión mucho más amplia, vinculada con los procesos de aprendizaje en el sentido de apropiación y de enseñanza en cualquier ámbito social".

Achilli es docente de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y especialista estudios antropológicos vinculados al ámbito de la educación, y autora de los libros "Investigación y formación docente" e "Investigar en antropología social", este último de reciente aparición y editado por Laborde Libros.

-¿Sobre que temáticas concretas hacen referencia actualmente los trabajos antropológicos vinculados a la educación?

-Hay una gran pregunta que uno puede hacer, que es la que se refiere a cómo desnaturalizar aquello que se incorpora al sentido común y al sentido práctico de la vida escolar. Entonces, por ejemplo, hay muchos trabajos de los últimos tiempos que han estudiado el tema de la integración de niños diferentes o discapacitados. Personalmente he trabajado mucho los temas de diversidad sociocultural, que con las reformas educativas en los últimos 20 años se ha comenzado a hablar mucho de interculturalidad y diversidad. Y por eso suelo decir que así como en una época la escuela estuvo psicologizada, hoy la escuela está antropologizada. Y esto lo digo porque se ha incorporado justamente una visión de tipo culturalista y se han hecho de cuestiones como los valores y los hábitos la explicación fundamental de los procesos educativos y sociales.

-¿Cómo se puede trabajar interdisciplinariamente sobre la diversidad en un contexto como el de la escuela?

-Creo que habría que ver de qué estamos hablando cuando nos referimos a la diversidad, porque de hecho la escuela, si bien es cierto que ha tenido una idea de homogeneización porque tenía un sentido de formación del Estado-nación, suelo decir que siempre las escuelas fueron heterogéneas. La escuela pública argentina fue una institución heterogénea en el sentido que incorporaba, y compartían en el aula, alumnos de distintos sectores sociales. Esto lo digo para romper ciertos estereotipos acerca de la supuesta homogeneización. Es cierto que se intentaba homogeneizar, y de hecho ha habido muchos estudios que han planteado ciertas violencias simbólicas. No obstante, uno cuando trabaja mucho con las memorias de otras épocas educativas, puede ver en las aulas esta idea de heterogeneidad y del trabajo de lo maestros con esta noción. La memoria de trabajo extraescolar con niños que presentaban a lo mejor más dificultades, o niños que por cuestiones laborales tenían que abandonar por un período la escuela. Es decir, hay memorias y registros de una escuela que aún con esta idea de que había cierta homogeneidad, en realidad se trabajaba mucho con la diferencia.

-¿Cómo considera que es, en ese sentido, la escuela de hoy?

-Creo que no es casual, en un momento de tanta fragmentación social, de tanto empobrecimiento de la familia, que se hable y se exalte tanto la diversidad. Porque la realidad es que las escuelas son cada vez más homogéneas socialmente. Digo esto para desnaturalizar también esta supuesta homogeneidad en el pasado y de un trabajo de la heterogeneidad en el presente, porque ha habido mucho de esta retórica. Pero también hay una exaltación de la idea de la diferencia, y una incorporación al sentido común del trabajo con la diversidad, que se vincula con la reforma educativa. Y lo que es llamativo, y que es algo que hay que tener en cuenta, es que la reforma educativa propone en este sentido el desarrollo de proyectos educativos particulares.


Reforma educativa
-¿Cómo impactó la reforma en el tema de la diversidad?

-Pude decirse que hubo un movimiento de aquellas que supuestamente fueron políticas homogeneizadoras a estas que son políticas de tipo identitarias. Es decir, de proyectos particulares que han ido de la mano con la fragmentación social y escolar, formando un sistema escolar muy desigual socialmente. Entonces, el tema de la desigualdad social ha sido naturalizado en función de la diversidad cultural. Esta es una idea que me parece que puede clarificar. Y en ese sentido se tendió a antropologizar a la escuela. Pero reitero que hay que contextualizar esta idea en el marco de las reformas educativas y socioeconómicas de un país que fragmentó a la familia y las empobreció, y así también fragmentó a la escuela.

-También es cierto que el trabajo de atender a la diversidad es complejo en el marco de la realidad que viven los docentes...

-Es que si bien hay escuelas homogeneizadas desde el punto de vista social, esto no quita que haya que atender la diversidad sociocultural. Pero de hecho es cierto que se les exige a los maestros, como entra en el sentido común de la escuela, la idea de la diversidad en una institución compleja, donde hoy la viven como un recargo en su trabajo, con aulas superpobladas de niños, y con distintas dificultades que le implica a un docente que está también casi en la línea de la pobreza, desjerarquizado con su sueldo. Y también me parece importante destacar, en este juego de lo homogéneo y lo heterogéneo en la escuela con respecto a la diversidad, el peligro de generar escuelas "guetos". Es decir, escuelas para indígenas, escuelas para pobres, etcétera. Y esto es lo que ha pasado en este proceso de las últimas décadas, y que realmente habría que pensar como revertirlo, porque en eso se rompe con una de las mejores tradiciones de la escuela argentina, aún cuando hay mucho para criticar. Pero en ese sentido, creo que hay que repensarlo y problematizar la idea de la diversidad cultural y las explicaciones de tipo culturalistas.

-¿Cuales son los riesgos que usted ve en el mal uso de este tipo de explicaciones?

-Hay un uso de la diferencia que se explica como sociocultural, pero que en algunos casos funciona como una frontera demarcatoria entre las propias percepciones, y las percepciones de los niños. E incluso para algunos docentes, se presenta como frontera que imposibilita el trabajo, planteado esto por los mismos docentes. Y eso trae a su vez una anulación en la circulación de conocimientos. La otra tendencia es la que yo llamo "pedagogías culturalizadas" o "etnitizadas", de lo étnico, que es el modo en el que algunos educadores intentan hacer una especie de mimetización con los conocimientos que los chicos tienen. Por modas pedagógicas, pero también por cierto deber ser docente, en donde aparece esta idea de que hay que rescatar los conocimientos previos o cotidianos, que puede llegar a ser muy interesante, pero: ¿qué ese hace con eso? Esto se hacía, pero se quedaba con el conocimiento meramente descriptivo de lo que traían los niños sin incorporar o complementarlos también con otros conocimientos del mundo. Hay experiencias que han logrado esta síntesis en donde también hay una interacción entre los conocimientos curriculares con los propios saberes. Pero eso requiere de maestros formados, lectores. Y en donde tiene que haber una fuerte responsabilidad del Estado en el acompañamiento de esta formación y de estas prácticas cotidianas de los docentes.

-Hay especialistas que hablan de la noción de educabilidad, vinculada con las características necesarias que deben tener los alumnos. ¿Qué opina, desde su disciplina, sobre este concepto?

-Primero quisiera criticar esta noción de educabilidad, porque puede resultar justamente muy confusa. Porque es cierto que ingresan a la escuela niños con características distintas a las que ingresaron en otra época. Y que posiblemente tornen mucho más dificultoso el trabajo pedagógico del aula. Ahora, hay que tener cuidado que la noción de educabilidad no nos lleve justamente al prejuicio, que derive en una escuela muy particularizada en función de la situación de estos niños. Por eso esa noción puede ser tramposa. Es un concepto que viene vinculado a la idea de educar en función a las características y a las especificidades de los niños. Y esto no implica que no se debe tener en cuenta ese niño real que ingresa, pero lo que no debe olvidarse es que ese niño tiene derecho al conocimiento que cualquier chico tiene. Y a veces con este tipo de nociones o imaginarios acerca de que se espera del niño, se limita la circulación de conocimiento.
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La educadora Elena Achilli, autora de "Investigar en antropología social".

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