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 sábado, 01 de octubre de 2005  
Una cátedra que forma cuadros para la cooperación

En la Universidad Nacional de Rosario (UNR) funciona desde hace siete años la Cátedra Internacional Andrés Bello; lo hace con el apoyo del Centro Interdisciplinario de Investigación, Docencia y Asistencia Técnica sobre Mercosur (Cidam).

En este caso, la Cátedra del CAB está abocada a la integración y cooperación Atlántico-Pacífico, gracias al aporte que hace el Cidam. "Se trata de un espacio generador de estrategias teóricas, metodológicas y de estudios para favorecer la articulación del sector con la sociedad civil", según destaca Ofelia Stahringer, la directora de la Cátedra Andrés Bello en la Argentina y del Cidam, además de indicar que se trata de una tarea multidisciplinaria, donde colaboran especialistas y profesionales de distintas áreas. Codirectores del Cidam y miembros de la cátedra internacional son los profesores Ernesto Seselovsky y Alberto Monsanto.

El Cidam fue declarado de interés por la Legislatura provincial y nombrada, en la última cumbre de presidentes, como asesora parlamentaria en materia de integración y cooperación internacional.

El hecho de que este espacio académico y de investigación haya recalado en Rosario tiene su historia: se vincula con la época en que Pedro Henriquez Guajardo era secretario ejecutivo del Convenio Andrés Bello. "En ese momento insistí para que Rosario fuera la sede de la cátedra, primero porque siempre me pareció interesante la fuerza que guardan las ciudades que no son capitales de los países, y en segundo lugar por una razón más afectiva: conocía a esta ciudad desde pequeño, su río, su gente y sobre todo de lo femenino que es su nombre, por cierto muy llamativo", cuenta Henríquez Guajardo.

Además, recuerda que la presencia del Cidam en el ámbito de la universidad fue determinante, porque "se trata de un centro de investigación dedicado a la integración, algo nuevo, porque todos hablan de integración pero no existen espacios académicos consolidados para el tema".

Ahora -destacan los directivos del Cidam y el educador chileno- la tarea está centrada en "formar cuadros para la integración". Y para eso los espacios como los de estos centros y cátedras internacionales se vuelven propicios para el intercambio de profesores, pasantías, se producen materiales de difusión y organizan seminarios de estudio, entre otras acciones. Justamente, Henríquez Guajardo integró el último de los seminarios organizados en la sede la UNR, para disertar sobre los desafíos de la integración.


Más sobre el convenio
Si bien la Argentina cuenta con una Cátedra Internacional Andrés Bello, como país no es miembro signatario de tal convenio. Algo que muchos especialistas ven como una deuda a saldar. Es que el Convenio Andrés Bello (CAB) tiene como meta integrar educativa, científica, tecnológica y culturalmente a Bolivia, Colombia, Chile, Cuba, Ecuador, España, México, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela, es decir los países reunidos en este organismo.

Como organización internacional de carácter intergubernamental, trabaja en el fomento de una educación con calidad y equidad para la integración; la asunción ciudadana de modelos científico-tecnológicos modernos que fomenten la propia creatividad; la promoción de políticas que propicien capacidades creativas de los pueblos para el desarrollo y la defensa del patrimonio cultural.

Pero, por sobre todo, las cátedras internacionales creadas a partir de este convenio tienen como objeto principal "impulsar la reflexión, conocimiento y difusión del pensamiento integracionista para la construcción y el fortalecimiento del espacio cultural común de los países signatarios".

Para cumplir con estas metas explicitadas al momento de la creación de este organismo internacional, el CAB desarrolló no sólo espacios académicos dedicados a la integración y cooperación entre los países, sino también que cuenta con una prolífica producción bibliográfica de materiales de estudio y análisis.

El Convenio Andrés Bello -nombre tomado del venezolano integracionista nacido en 1781- fue suscrito en Bogotá el 31 de enero de 1970 y empezó a regir el 24 de noviembre del mismo año. Dos años más tarde se acordó que la sede del CAB fuera Colombia. Desde entonces se fueron incorporando países a la organización, el último en hacerlo fue México en el 2004.
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Directivos del Cidam, junto al viceministro chileno.

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